El inversor de Caterpillar ya tiene algo a lo que agarrarse para que se le hagan menos cuesta arriba los últimos días del verano. El fabricante de maquinaria pesada pagará seis centavos más en su dividendo de agosto, hasta los 0,52 dólares por título, que le aportarán una rentabilidad del 0,6 por ciento. Un importe que está previsto que mantenga para el último de los dividendos trimestrales que abonará previsiblemente en el mes de noviembre.
La historia creciente de su retribución se remonta a 1925 y demuestra el compromiso de la compañía con el accionista. Pero fue a partir de noviembre de 1933 cuando Caterpillar empezó a pagar un dividendo cada trimestre en vez de uno anual. Ni el deterioro de las condiciones económicas en Europa ni el impacto negativo que está teniendo en su negocio la caída del precio de los metales industriales parecen alterar los planes del fabricante. "Creemos que los pagos de dividendos son una buena manera de recompensar a los inversores a largo plazo de Caterpillar. Esperamos que en EEUU se tomen las medidas necesarias para cambiar la política fiscal. Sin ese cambio, los impuestos sobre el beneficio del dividendo casi se triplicarán para muchos de ellos el próximo año", dijo el presidente de la compañía, Doug Oberhelman.
El crecimiento de sus dividendos se consolida año a año apoyándose en unos resultados crecientes desde 2009. Los expertos, que recomiendan comprar sus títulos, esperan que las buenas cifras que consigue en América del Norte permitan a la compañía cerrar el ejercicio con un beneficio de 6.534 millones de dólares (un 33 por ciento más).