Demasiado bonito para que durara. Tras el júbilo desatado por las decisiones adoptadas en la cumbre europea, lo inversores descubrieron este lunes que la vida tampoco ha cambiado tanto, máxime cuando tras el aparente acuerdo escenificado por los europaíses ya han empezado a alzarse voces discrepantes.
Así se mostró sobre todo en la prima de riesgo española y en la italiana ya que ambas frenaron casi en seco su caída en picado desde el viernes. Es más, el diferencial español cerró con un ascenso de 12 puntos básicos en los 486 mientras que el país transalpino terminó prácticamente plana en los 422 puntos.
Los principales protagonistas de este frenazo fueron Finlandia y Holanda. Un portavoz del gobierno finlandés señaló que estos dos países votarán en contra de que el Banco Central Europeo (BCE) o que el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) compren deuda periférica.
Una decisión que en primera instancia podría vetar que se implementen las decisiones adoptadas en la cumbre, al ser necesaria la unanimidad de todos los miembros del euro, pero si se aplica por el procedimiento de urgencia no podrían bloquear ya que en ese caso sólo bastaría con que se pusieran de acuerdo los países que aporten el 85 por ciento del capital suscrito a esos fondos, tal y como recordó Simon O' Connor, portavoz de asuntos económicos de la Comisión Europea. También influyó el anuncio del BCE, que señalo que tampoco durante la anterior semana reinició su programa de compra de deuda, ya que la autoridad monetaria señaló ayer que no efectuó adquisición alguna por decimosexta semana consecutiva de manera que el importe total de la deuda captada por la entidad financiera en sus balances se queda en los 210.500 millones de euros.
De hecho, la deuda española volvió a sufrir la presión vendedora. Así, la rentabilidad del bono español a una década ascendió hasta el 6,38 por ciento frente al 6,33 del viernes. Justo al revés que bono transalpino cuyo interés descendió del 5,82 hasta el 5,74 por ciento. A estos movimientos se le unió que el apetito de los inversores volvió hacia el bund germano cuyo interés cayó del 1,58 hasta el 1,52 por ciento. Un descenso derivado de las compras de deuda alemana que, a su vez, fueron incentivadas por la búsqueda de refugio de los inversores ante el mal dato del índice de actividad manufacturera.
El CDS continúa su descenso
Aunque la evolución del diferencial de España e Italia siguió caminos distintos ayer en lo que respecta a la evolución de su seguro contra impago (CDS por sus siglas en ingles) ambos Estados siguieron caminando de la mano.
Tanto es así, que el CDS de España e Italia descendió ayer en 22 y en 19 puntos básicos respectivamente hasta los 507 y los 469 puntos, o lo que es lo mismo, la prima que exige el mercado pagar por asegurara a un plazo de 5 años 10.000 euros en deuda soberana española e italiana es de 507 y de 469 euros. En cada caso, 80 y 71 euros menos que la que se exigía antes de la reunión del Eurogrupo. Aun así, estos dos países ocupan el séptimo y el undécimo puesto como las naciones cuya deuda entraña más riesgo en el mundo. En el caso de España, además, recorta distancias con el CDS de Irlanda que por primera vez desde mayo se sitúa por debajo de los 600 puntos básicos. Así, su diferencia con el español es de las más estrechas desde la intervención del antiguo Tigre Celta.
Sobre que pesará más en el animo de los inversores, si el reciente repunte de los tipos de interés de la deuda o la fuerte rebaja que ha experimentado el seguro frente a impagos, no se dilucidará hasta este jueves en el caso de España. Ya que en ese día el Tesoro tiene programada una subasta de bonos a distintos vencimientos en 2015, 2016 y en 2022.