Esta semana será clave saber si el BCE baja el tipo de interés y si sigue estimulando la liquidez
Una semana más, el escenario de la deuda se caracteriza por la alta volatilidad. El mercado se mueve al ritmo de declaraciones, rumores, y previsiones, con las que la rentabilidad del bono español a diez años pasa del 6,90% al 6,30% en sólo pocas jornadas. Todo ello porque los inversores seguían esperando las decisiones que finalmente tomó el Eurogrupo sobre los objetivos de mayor integración fiscal, financiera, económica y política.
El acontecimiento más importante de esta semana será la reunión del Banco Central Europeo (BCE), en la que probablemente se apruebe el recorte de tipos (de un 0,25%), hasta niveles 0,75%. Más importante aún será saber si la autoridad monetaria seguirá estimulando la liquidez, para poder relajar las rentabilidades que tienen que pagar los países periféricos por su deuda.
Estos estímulos se podrían concretar en compra de deuda o una nueva subasta a tres años. Además, el jueves habrá una nueva subasta del Tesoro Público, en la que seguramente se marcará unos objetivos de colocación bajos, como los previos, dado el alto coste que tiene que pagar el emisor a los niveles actuales.
Otro de los síntomas de inestabilidad en el mercado es la correlación riesgo soberano-financiero, que parecía que no se trasladaba a las emisiones corporativas, y finalmente no ha sido así. A los bancos el aumento del coste de financiación les afecta negativamente, algo parecido a lo que sucede con las empresas.
En cualquier caso, parece que se trata de algo coyuntural, por lo que en el sector corporativo sigue habiendo algunas oportunidades de compra en buenas compañías españolas diversificadas geográficamente, pese a que se vean afectadas por el riesgo país. Por ejemplo, en esta situación se encuentran Telefónica y Gas Natural, y algunas entidades financieras como Santander y BBVA, hasta el plazo a tres años, dadas las altas rentabilidades ofrecidas. Por último, tenemos que recordar que en el mes de julio el Eurogrupo publicará las condiciones exigidas a los bancos españoles, que tendrán que acometer reestructuraciones.