
El panorama de la banca para captar financiación a través de las imposiciones a plazo fijo se complica aún más
De la subasta de letras a 12 y 18 meses, celebrada el martes por el Tesoro, se pueden sacar varias conclusiones. Una es que España todavía tiene abierto el acceso al mercado para financiarse, pese a pagar los mayores intereses en letras de los últimos quince años. Y otra es que esos rendimientos que ofreció el Estado complican el escenario de la banca para captar el pasivo de los ahorradores a través de los productos bancarios más conservadores, como los depósitos. Además, llueve sobre mojado, ya que las entidades financieras también han sido testigos en los últimos años de la pérdida de atractivo de las imposiciones a plazo fijo por sus menores intereses respecto a otras alternativas de ahorro, como los pagarés. Una situación que se complica ahora que las letras rentan dos puntos más que la media de depósitos a un año.
No parece difícil que así sea, ya que el alto rendimiento que ofrece la deuda pública a corto plazo coincide también con que el interés medio que ofrecen las imposiciones a 12 meses es el más bajo desde que empezó la crisis. Así lo refleja la Primera División de la Liga del Depósito -la clasificación que elabora elEconomista desde hace un año con la oferta comercial de los principales bancos en el negocio bancario nacional- ofrece un 2,48%, pero ha llegado a ser peor.
A principios de semana, ese interés se situaba en el 2,37%. Sin embargo, los últimos movimientos al alza de la banca han logrado que el rendimiento de las imposiciones a plazo fijo repunte ligeramente. Detrás se encuentran las nuevas ofertas de Oficinadirecta -banco online de Pastor-, y ActivoBank -entidad online de Sabadell-.
En el caso de la primera, su depósito destinado a nuevos clientes renta un 4,25%, a partir de los 5.000 euros. Ésta se convierte en la propuesta más rentable del mercado, un puesto que desde meses ocupaba Espirito Santo. Sin embargo, la entidad lusa rebajó hace una semana el interés del que hasta el momento era el depósito con la retribución más alta, que ahora ofrece un 4,04%. Por su parte, ActivoBank también ha lanzado otro plazo fijo que se sitúa como el tercero más rentable al rendir un 3,75%, a partir de los 3.000 euros.
Lucen menos...
Pese al mínimo repunte en su rentabilidad, su interés se aleja de lo que ofrece el Tesoro. De hecho, no es la primera vez en la que han sido rivales. Sin embargo, sí es la primera vez en la historia que la separación que existe entre el interés de la deuda a corto plazo y las imposiciones a plazo fijo es tan grande, dos puntos porcentuales No lo fue ni siquiera en noviembre de 2011. Por entonces, el Tesoro pasó a estar en boca de todos por los altos intereses que llegaron a brindar las letras fruto de la convulsión que vivía la deuda pública, que elevó su rentabilidad hasta niveles previos al euro con intereses, también, superiores al 5%. La principal diferencia respecto ahora es que, por entonces, los depósitos rentaban en torno a un 4%.
Depósitos que hoy son ya un espejismo. La época dorada de estos productos empezó en marzo de 2010. Fue entonces cuando la falta de liquidez en la que estaba inmerso el sector financiero agudizó el ingenio de una banca que vio en las imposiciones a plazo fijo una alternativa para conseguir financiación a cambio de suculentas rentabilidades que, incluso, llegaron a superar el 5 por ciento. Un año más tarde, en marzo de 2011, aún quedaban rescoldos de esta lucha por el pasivo, ya que muchos de los depósitos contratados un año atrás llegaban a su fin, por lo que muchos clientes que en su día los contrataron volvían a ser libres, lo que originó nuevos repuntes en los rendimientos de estos productos. Eso sí, ya menores, en torno al 4%.
A partir de ahí, su pérdida de atractivo ha ido en aumento. La ley aprobada en julio del año pasado en esta materia marcó un antes y un después. Desde entonces, todo depósito que ofrezca elevados intereses por encima del euribor a un año (más 100 puntos básicos) es penalizado con una aportación adicional, cinco veces superior a la habitual, al Fondo de Garantía de Depósitos (FGD). A esto, hay que añadir las continuas caídas del euribor a doce meses, que cotiza ya en el 1,21%, lo que significa que la retribución de los depósitos no debería superar el 2,21%.