La agencia de calificación crediticia Standard & Poor's (S&P) ha confirmado el rating 'BBB-' de Repsol y ha cambiado su perspectiva desde 'negativa' a 'estable', al considerar que las nuevas medidas anunciadas por la empresa permitirán reducir su deuda "de forma significativa" en 2012, al mismo tiempo que mantiene una posición de liquidez "adecuada".
Según informó en un comunicado, S&P ha revisado de 'significativo' a 'intermedio' el perfil de riesgo financiero de Repsol, mientras que su perfil de negocio sigue calificándolo como "satisfactorio".
La agencia destaca que la dirección de Repsol ha puesto en marcha suficientes medidas para la reducción de la deuda con el objetivo de estabilizar las condiciones financieras de la compañía en el marco de su estrategia para mejorar su perfil financiero entre 2012 y 2016, aunque reconoce que la mayoría de las medidas todavía tienen que ser ejecutadas.