Bolsa, mercados y cotizaciones

La prima baja gracias a que el BCE rebajará las garantías de la banca para financiarse

Por fin los mercados han desabrochado algo el cinturón aunque todavía hay puntos hasta la hebilla y permiten a España tomar aire. La bocanada de aire, aunque leve y poco profunda, permite recuperar el pulso a la situación y encarar el futuro a cortísimo plazo con un ligero optimismo. El alivio vino de la mano de la prima de riesgo (el diferencial entre el rendimiento del bono español y el alemán a diez años), que cayó ayer por debajo de los 500 puntos básicos.

Después de acumular ocho sesiones consecutivas por encima del nivel del medio millar, la subasta de bonos y letras a dos, tres y cinco años contribuyó a calmar la tensión en los mercados de deuda. "La subasta se saldó con tipos de interés propios del mercado secundario pero con fuerte apetito inversor", advierte José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi.

A pesar de que la rentabilidad de los títulos de deuda alcanzó su máximo nivel desde la incorporación del euro, con un interés del 6,1 por ciento para los bonos con vencimiento a cinco años, la elevada demanda contribuyó a fomentar una corriente de optimismo que relajó la prima de riesgo hasta los 507 puntos básicos.

El lunes 11 de junio el diferencial cerró por encima de los 500 puntos y desde entonces comenzó un recorrido alcista que le llevó sobrepasar, el pasado lunes, los 575 puntos básicos ante la resaca de las elecciones en Grecia. Sin embargo, el spread entre la deuda alemana y española inició el martes su recorrido a la baja hasta recortar 68 puntos en tres sesiones consecutivas en la corrección más abrupta desde el pasado mes de diciembre.

Pero esta rebaja del diferencial no vino por las ventas del bono alemán, sino todo lo contrario, ya que a lo largo de la jornada los títulos con vencimiento a 10 años del país redujeron su interés más de un 5 por ciento hasta quedarse por debajo del 1,6 por ciento.

Posibilidad es alivio

Los mercados reaccionaron así a las declaraciones de fuentes del Banco Central Europeo al diario alemán Die Welt en las que confirmaron la posibilidad de aplicar una rebaja en las garantías colaterales exigidas a la banca para acceder a los préstamos europeos. "La relajación se centra especialmente en las titulizaciones de papel que utiliza la banca en el descuento por liquidez", advierte Campuzano. Las entidades españolas serían las grandes beneficiadas de la medida, ya que se vería aliviado el requerimiento de garantía necesario para acceder a los fondos habilitados para el rescate del sector.

El rotativo señala la posibilidad de que las firmas españolas presenten como garantía valores con una calificación crediticia peor de la que aceptaba hasta la fecha. Las firmas del sector podrían emplear así, como aval, la elevada cartera de bonos de titulización hipotecaria que tienen en balance. Finalmente, el BCE estaría estudiando la posibilidad de eliminar la calificación de las agencias de rating en las operaciones colaterales de financiación a la banca, según informó ayer la agencia Reuters y emplear su propia valoración.

A primera hora de la mañana todavía retumbaban en los mercados las palabras pronunciadas el martes por la canciller alemana, Angela Merkel, que llevaron el diferencial con el bono alemán hasta los 490 puntos básicos. "Posibilidad" fue la palabra que levantó la esperanza de los inversores sobre el hipotético caso de que Europa esté estudiando los modos de habilitar la compra de "bonos en el mercado secundario", expresó la canciller. Sin embargo, para contener los ánimos y esquivar los deseos de optimismo de los países periféricos añadió que de momento "no hay ningún plan concreto".

En cualquier caso, ante los mensajes contradictorios, la cúpula europea parece haber dado un paso al frente para intentar resolver la situación. El BCE también se mostró partidario del uso del Fondo de Rescate de la zona euro para comprar en el mercado bonos de deuda pública, lo que aliviaría "la fuerte presión" que sufre el dúo hispano-italiano, confirmó el miembro de la entidad, Benoit Coeuré, al diario Financial Times.

Estas declaraciones alentaron el rumor sobre un posible megacrédito para comprar títulos de deuda española e italiana, lo que estimuló el optimismo de los inversores y contribuyó a rebajar la prima de riesgo. El baile de cifras publicado por los diarios británicos Daily Telegraph y The Guardian apuntaron que el monto total que podría destinarse a la operación podría alcanzar los 750.000 millones de euros, que se activarían a través del mecanismo de Facilidad Europea de Estabilidad Financiera (EFSF).

Los líderes de la zona euro tienen en sus manos el futuro del euro en un calendario que en el que se agolpan las citas durante los próximos días y que desembocan en la cumbre europea de los días 28 y 29 de junio. En el fondo se mantiene latente la idea de fomentar una unión bancaria y fiscal para Europa y la posibilidad de habilitar una línea de liquidez o permitir la acción del Banco Central Europeo (BCE) para la compra de bonos de los países necesitados.

El ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, mostró ayer su confianza en que Europa cuente con una unión fiscal "más rápido de lo imaginable hasta hace poco". Además, en declaraciones al semanario germano Die Zeit defendió la conveniencia de impulsar una unión bancaria para Europa.

Después de la de cal vino la de arena por parte del primer ministro francés Jean-Marc Ayrault, quien negó ver una deuda común europea en los próximos años. En su opinión "una mancomunidad de la deuda exige necesariamente una integración política mayor que requerirá años para ejecutarse". No obstante, Ayrault sí que se mostró partidario de ahondar en el debate sobre los eurobonos en la próxima cumbre europea.

Primacía de la deuda soberana

La presentación de las auditorías realizadas al sector financiero realizadas por Oliver Wyman y Roland Berger arrojan unas necesidades de capital de hasta 62.000 millones en el escenario más adverso. España realizará la petición formal del rescate ante la Unión Europea en "los próximos días", según anunció ayer el ministro de Economía, Luis de Guindos. Todavía queda por discutir el mecanismo que utilizará para canalizar las ayudas, aunque la opción preferida por los países europeos es el mecanismo europeo de estabilidad (Mede), ya que otorga prioridad de cobro frente a la deuda soberana. De Guindos defendió que el Mede es el instrumento "ideal desde el punto de vista de lo que es la inyección de capital a los bancos, que en última instancia es lo que está haciendo España".

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