La bolsa arriba, la prima abajo, a vueltas con la deuda... danza el mercado. Ésa es la letra de la canción que lleva sonando durante mucho tiempo y que en la jornada de ayer volvió a oírse. No en vano, el martes gran parte del protagonismo volvió a recaer sobre España, con una subida del Ibex 35 del 2,67 por ciento hasta los 6.693,9 enteros, la cuarta mayor en lo que va de 2012.
A esto se le unió un descenso de la prima de riesgo española que bajó de los 575 hasta los 551 puntos básicos, en una sesión que estuvo marcada en buena medida por una subasta de letras del Tesoro en la que se consiguió el objetivo máximo de colocación pero a cambio de soportar un repunte significativo del coste de financiación, que llevó a las letras a un año a alcanzar una rentabilidad por encima del 5 por ciento.
No obstante, los mercados de renta variable se levantaron con el pie izquierdo, ya que las bolsas asiáticas dieron el pistoletazo de salida con caídas generalizadas al descontar un día después las tensiones finacieras provenientes de España a la par que mantenían la mirada puesta en la reunión del G-20. De esta forma, el Nikkei 225 cedió un 0,75 por ciento hasta los 8.655 enteros, mientras el Hang Seng cayó un 0,06 por ciento hasta los 19.416 enteros, seguido por el ASX 200 que retrocedió un 0,33 por ciento y cerró en los 4.123 puntos.
El rebote viene de Europa
Fue necesario que el despertador sonara en el Viejo Continente para que se marcara un punto de inflexión y los alcistas se pudieran reivindicar. El EuroStoxx 50 subió un 1,93 por ciento y finalizó en los 2.197,35 puntos. El Cac 40 registró un avance del 1,69 por ciento, y terminó en los 3.117,92. El Dax 30 cerró en los 6.363,36 enteros, tras ganar un 1,84 por ciento.
Por su parte, el alza que firmó el selectivo español, le permitió en menos de 24 horas pasar de ser el peor de la clase a el alumno aventajado en Europa. Todo ello como prueba de la fuerte volatilidad que manifiesta en los últimos tiempos el selectivo español.Unas revalorizaciones que se produjeron a pesar de que los distintos factores susceptibles de influir en la renta variable europea no fueron positivos.
Desde el frente institucional fue el G20 quien urgió a Europa en la introducción de nuevas medidas que permitan solucionar su crisis financiera, y el Eurogrupo cerró toda posibilidad de que la línea de crédito concedida a España vaya dirigida directamente a la banca sin pasar antes por el Estado. En el ámbito macro las principales referencias a destacar han sido los datos relativos a la inflación en Reino Unido, que cede dos décimas en mayo y se sitúa en el 2,8 por ciento. Por su parte, en Alemania el indicador Zew de expectativas económicas dejó un mal sabor de boca, ya que en cuanto a la situación actual la lectura de los agentes sobre la situación actual fue de 33,2 puntos frente a los 39 esperados y en cuanto al clima económico del futuro registró una lectura negativa de -16,9 enteros, con lo que se sitúa en terreno negativo por primera vez desde finales de 2011.
En el lado positivo en el mercado circularon rumores de que el BCE podría haber retomado su programa de compras
EEUU a la espera de la Fed
El buen tono en Europa cruzó el charco en donde los mercados norteamericanos se encuentran en la víspera de que se reúna el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC por sus siglas en inglés) de la Fed y diluciden si va a haber nuevos estímulos monetarios.
Tanto el Dow Jones como el S&P 500 se apuntaban a media sesión alzas que rondaron el 1 por ciento, mientras que el tecnológico Nasdaq 100 fue un poco más avezado un avance del 1,2 por ciento aproximadamente.
Las referencias macroeconómicas incentivaron en parte a que se dieran estas subidas ya que dieron una de cal y otra de arena. Por un lado, se publicaron los datos de viviendas iniciadas de mayo las cuales cayeron hasta las 708.000, desde las 720.000 previstas por el consenso. Por otro, los permisos para la construcción de vivienda nueva aumentaron significativamente hasta las 780.000, frente a los 730.000 esperados.