Desde un mínimo histórico durante una sesión marcado en los 1.861,9 puntos hasta un nivel récord en los 16.040,4 enteros. Ésas son las lindes del sendero por el que desde su nacimiento hasta ahora ha caminado el principal selectivo español, el Ibex 35, y que ayer dio otro paso que le situa más cerca de la margen baja del camino, ya que sufrió una caída del 2,96 por ciento que le llevó a cerrar en los 6.519,9 puntos.
En una sesión en la que este índice fue el peor de la clase dentro de los bandazos en el estado de ánimo de los inversores.
No en vano, ayer muchos se las prometieron muy felices tras el resultado electoral en Grecia, el cual aleja la posibilidad de que Grecia abandone la eurozona. Una noticia que tuvo una buena acogida en los mercados pero cuyo efecto fue rápidamente neutralizado tanto por el repunte de las primas de riesgo española e italiana como por el del coste de financiación que los inversores exigen a estos países para financiarse.
A quien madruga...
De hecho, sólo las bolsas asiáticas lograron sacar tajada realmente del resultado de estos comicios al no verse influido por las malas vibraciones provenientes de la renta fija europea. Así el indice autraliano ASX 200 repuntó un 1,96 por ciento hasta los 4.136 enteros, mientras que el coreano Kospi alcanzó los 1.891 gracias a un ascenso del 1,81 por ciento. Por otro lado, el Nikkei 225 subió un 1,77 por ciento hasta los 8.721 puntos, seguido por el Hang Seng que se anotó un 1,02 por ciento hasta los 19.430. Por último, el Shanghai Composite recuperó un 0,13 por ciento, con lo que se encuentra en los 2.309 puntos.
La renta variable europea también pareció que se apuntaba a la tónica alcista, sin embargo todo quedó en un espejismo. Ya que los principales selectivos del Viejo Continente pusieron la miel en los labios con potentes subidas para después desinflarse bruscamente y en algunos casos anotarse descensos significativos. Sin ir más lejos, el Ibex empezó la sesión con un alza de hasta el 2,14 por ciento hasta los 6.862,6 puntos para después perder 343 enteros a lo largo del día.
De hecho, además del indicador español el italiano Ftse Mib fue a quienes los mercados infligieron el castigo más severo con una corrección del 2,85 por ciento. Mientras que los otros principales selectivos europeos, como el francés Cac 40, el alemán Dax 30 y el británico Ftse 100 tuvieron mejor comportamiento con unas variaciones del -0,69, el 0,3 y el 0,22 por ciento en cada caso. Con lo que los inversores dejaron claro que una vez encauzada la cuestión griega, España e Italia suponen ahora los mayores quebraderos de cabeza.
Por su parte, la renta variable americana, directamente se dejó de rodeos y pasó desde el primer momento a los números rojos, aunque posteriormente el S&P 500 y el Nasdaq 100, a diferencia del Dow Jones, lograron darse la vuelta y anotarse alzas en torno al 0,2 y el 0,9 por ciento respectivamente.
La banca, el principal lastre
El sector financiero fue quien más contribuyó a los descensos. En el caso de España hizo especialmente daño el dato de la morosidad del mes de abril que fue del 8,72 por ciento, máximo desde 1994. Además, la tasa de impago de los créditos hipotecarios subió al 3 por ciento desde el 2,7 del mes de marzo.
Este dato influyó en que Bankia fuera el peor valor del día, con una caída del 9 por ciento. No en vano, esta entidad tiene el 12 por ciento del saldo hipotecario total en España, tal y como indicó en la memoria que presentó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) de sus resultados no auditados. Bankia acumula un saldo total de 85.113 millones de euros en concepto de crédito de los cuales 84.212 millones están respaldados con garantía hipotecaria.
Además del informe del Banco de España sobre la morosidad, a las enidades financieras le pesó y bastante el anuncio de la agencia de calificación Moody's indicando que en esta semana procedería ala revisión de la nota de solvencia de los bancos españolas, después de haber rebajar el pasado 13 de junio el rating de España y colocarlo a sólo un peldaño del bono basura. Además ubicó a la deuda soberana en perspectiva negativa con lo que la calificadora no descartaría una posible nueva degradación.
De esta forma, los bancos miembros del Ibex se tiñeron de rojo sin excepción. En concreto, Santander, BBVA, Bankinter, Sabadell, Popular y Caixabank cedieron un 4,69, un 4,21, un 4,69, un 0,92, un 0,74 y un 2,32 por ciento, en cada caso.