
Se espera de forma generalizada que el crecimiento económico en China recupere el momentum después de hacer suelo en el segundo trimestre de este año. Pero Credit Suisse advierte de que la segunda economía mundial puede experimentar "varios años" de crecimiento débil por el descenso de la inversión del sector privado y de los beneficios empresariales.
El banco de inversión rebajó ayer su previsión de crecimiento para China al 7,7% en 2012 desde el 8% estimado anteriormente. La economía creció el 9,2% en 2011. "El momentum de crecimiento se está moderando, los beneficios empresariales están cayendo y la economía afronta un gran desafío. Aunque el Gobierno ha lanzado una serie de medidas a favor del crecimiento, la economía no ha dejado atrás su debilidad", según Tao Dong, economista jefe para Asia de la firma suiza.
"Esperamos que China se mantenga en un ciclo de débil crecimiento durante los próximos años y que eso se traduzcan en un ciclo de crédito débil, de exportaciones débiles y de mercado inmobiliario débil", añade este analista.
El miércoles, un influyente asesor del Gobierno dijo que el crecimiento de China en el segundo trimestre podría ser inferior al 7% si no hay mejoras significativas en los datos de junio. Los analistas predicen que China ofrecerá su peor trimestre de crecimiento en tres años en el segundo de este año, con un 7,9%, pero que terminará el año con una expansión del 8,2%.
No obstante, Dong no ve una recuperación del momentum a corto plazo. Asegura que la reciente relajación monetaria que ha permitido un aumento del crédito no servirá por culpa de la débil demanda de inversión del sector privado. "Nuevas bajadas de tipos pueden no ser muy eficaces para estimular la inversión. Dado que las empresas luchan contra la sobrecapacidad y la debilidad de la demanda, el incentivo para acometer inversiones es bajo", explica.
A principios de mes, China recortó su tipo de interés oficial en 0,25 puntos hasta el 6,31%, el primer movimiento de este tipo desde 2008. "En el frente fiscal, la agencia de planificación ha acelerado la aprobación de proyectos locales de infraestructuras. Eso debería ayudar a relajar los temores sobre el crecimiento a corto plazo, pero sospechamos que el momentum de inversión puede desvanecerse rápidamente una vez que se agote la financiación del Gobierno central", añade.
Además de rebajar su previsión de crecimiento, Credit Suisse también ha reducido su pronóstico de inflación para 2012 y 2013. "En China, el riesgo de deflación está emergiendo y hemos revisado nuestra previsión de IPC hasta el 3,1% para 2012 desde el 3,7%,y al 2,3% desde el 4,5% para 2013", según una nota del banco.
Desde el lado industrial, Dong explica que la reciente caída de los costes, que indica que las empresas vendedoras de materias primas han perdido poder para fijar los precios, es otra señal de unas fuerza deflacionarias emergentes. El índice de precios incluido en el PMI cayó 10 puntos porcentuales hasta el 44,8 en mayo. Una lectura por encima de 50 indica expansión, mientras que si es inferior indica contracción.
Si los precios siguen bajando, "los márgenes de beneficios empresariales se verán constreñidos, será más difícil generar cash flow y aumentará el riesgo de que la cadena de deuda se rompa", según Dong.