Fitch volvió a afilar la tijera ayer. Si el lunes le tocó el turno a la nota crediticia de BBVA y Santander, dejando a ambas entidades a tres escalones por encima del bono basura, ayer la agencia de calificación volvió a hacer acto de presencia para degradar el rating de 18 entidades españolas más.
La agencia justificó esta acción en el temor que existe a que se produzcan mayores deterioros en los préstamos de crédito de algunos bancos, sobre todo de aquellos que presenten mayor exposición a la construcción y al sector inmobiliario o menores niveles de capital.
Este nuevo recorte se produce después de que Fitch rebajara la calificación soberana del Reino de España, desde A hasta BBB, el jueves de la semana pasada. "Las entidades rebajadas son puramente nacionales. Por tanto, su capacidad para crear ingresos, su perfil de riesgo, su acceso a la financiación y el coste de la misma están muy determinados por la evolución de la economía en el país y de su mercado inmobiliario", argumenta Fitch.
De hecho, según la agencia de calificación, España no cumplirá los objetivos de déficit establecidos para este año y el siguiente por un amplio margen, cuando el desequilibrio presupuestario se debería reducir al 5,3 y 3 por ciento, respectivamente. Así lo señaló Ed Parker, el director de ratings soberanos de la agencia de calificación, en una conferencia con los analistas celebrada en Oslo, donde auguró que España mantendrá un alto déficit por cuenta corriente, por lo que la confianza de los mercados hacia el país seguirá siendo débil.
La agencia considera que "la debilidad de la economía española seguirá afectando al volumen de negocio [de la banca], lo que unido a los bajos tipos de interés, ejercerá presión sobre sus ingresos". Al mismo tiempo que "los bancos se enfrentan al reto de aumentar aún más los niveles de cobertura de los préstamos ante el deterioro de los activos ligados al ladrillo", añade Fitch.
Sobre los 100.000 millones de euros de ayuda aprobados el sábado para el sector, la agencia considera que "este paquete puede contribuir a estabilizar los rating". Sin embargo, si apreciaran "un empeoramiento o una intensificación generalizada de la crisis de la eurozona, estas nuevas noticias negativas podrían conllevar nuevas rebajas", advirtió.