El dinero nunca duerme. Una máxima que el cine aprovechó para usarla de subtítulo en la segunda entrega de la película Wall Street, pero que tiene mucho más de realidad que de ficción. Porque el dinero no descansa ni se para. Y si sale de la deuda pública española, al mismo tiempo busca protección en otros productos financieros.
Como los seguros de crédito (CDS) para protegerse del posible impago de España, otro de los termómetros para tomar la temperatura de la desconfianza que inspira un país. Cuanto más altos están, más ganas de comprarlos muestran los inversores, con lo que menos se fían de ese país. Y nunca mostraron más intención ni estuvieron dispuestos a pagar más dinero por esa protección como ayer.
Siguiendo la estela alcista de la rentabilidad de los bonos y de la prima de riesgo, el CDS español escaló de los 596 a los 607 puntos básicos. Es decir, pagaron hasta 60.700 euros para cubrir cada millón de euros en deuda española. Además de suponer un nuevo máximo histórico, esa cota se encuentra un 54,5 por ciento por encima del nivel al que finalizó 2011. Si este incremento ya constata una pérdida de confianza en la deuda española, esta realidad también se aprecia en que cada vez está más cerca del CDS irlandés, que se encuentra en los 681 puntos básicos. Entre ambos, por tanto, apenas hay 74 puntos básicos, cuando a finales del año pasado esa diferencia ascendía a 333 puntos básicos.
Esta dispar evolución refleja el sentimiento imperante en el mercado, sobre todo a raíz de la incertidumbre generada por el rescate de la banca española, que transfiere riesgos del sector financiero a las arcas públicas. "Creemos que la deuda y los seguros anti-impago españoles seguirán bajo presión", comentan los expertos de Royal Bank of Scotland (RBS).
Al igual que en el caso español, el retorno de las dudas a suelo italiano también está dejando una apreciable huella en el CDS de Italia. Ayer repuntó de los 555 a los 562 puntos básicos, con lo que se acerca a los niveles más altos desde comienzos de 2012.
También los alemanes
Pero los inversores no sólo buscan protección en los CDS periféricos, sino que la tensión también se está reflejando en los escudos anti-impago del núcleo de la eurozona. El de Francia subió ayer de los 213 a los 217 puntos básicos, aunque la onda expansiva se extendió incluso a Alemania. Su CDS aumentó de los 108 a los 110 puntos básicos, su máximo desde enero. ¿Significa esto que los inversores temen un impago de los bonos germanos? No. Sin embargo, sí descuentan que la situación actual puede desembocar en una tensión adicional que situará el precio del CDS en niveles más altos, por lo que intentan adelantarse a ese movimiento comprando hoy esa protección para venderla más alta en el futuro, con el beneficio consiguiente.