
Grupo San José ha comunicado a la CNMV que cotizará en bolsa este año, según fuentes antes del verano, como parte del proceso de absorción de Parquesol. Además, San José ha anunciado que ampliará su área de negocio con la incorporación de un nueva división de energía.
Dentro de tres meses, Grupo San José quiere estar cotizando ya en bolsa. Y el vehículo que utilizará para estrenarse en el parqué será Parquesol (PSL.MC), la inmobiliaria que adquirió en el verano de 2006, tras lanzar una opa sobre la compañía.
La constructora de Jacinto Rey ya ha puesto en marcha la maquinaria para fusionarse con su filial y convertirse en el séptimo grupo de infraestructuras del mercado continuo. Tras fusionarse, Parquesol aportará su actividad a la división inmobiliaria del grupo gallego y cambiará su denominación por San José Inmobiliaria.
Además, como adelantó elEconomista, la compañía ha decidido adentrarse también en el negocio de las energías y, para ello, ha creado una nueva unidad en la que aglutinarán actividades eólica, termosolares, de biomasa y poligeneración de frío y calor.
Dividida en siete
Con esta nueva línea de negocio, Grupo San José se estructurará en siete divisiones: construcción, inmobiliario, tecnología, concesiones y servicios, comercial e inversiones, desarrollo de proyectos y energía.
Cuando se estrene en el parqué, la compañía gallega abandonará el barco de las grandes constructoras no cotizadas para incorporarse a la liga de las grandes empresas del sector, aunque será la más pequeña por ingresos. El pasado ejercicio, el grupo de Jacinto Rey alcanzó una cifra de negocios de 1.560 millones de euros, tras crecer un 19 por ciento. Además, la cartera de negocio del grupo ascendió a 2.000 millones de euros.
Pero el dato más significativo es el espectacular aumento del 83,5 por ciento del resultados bruto operativo (ebitda), que alcanzó los 156,4 millones de euros.
Crece el patrimonio
Gracias a la adquisición de Parquesol y al crecimiento orgánico del grupo gallego, el patrimonio neto se incrementó en casi 300 millones de euros, hasta alcanzar los 573,2 millones. Frente a esta partida, la empresa de infraestructuras cerró el pasado ejercicio con una deuda financiera bruta de€1.418 millones.