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La tregua del mercado permite que la prima caiga a los 471 puntos básicos

Seis días, seis. La prima de riesgo, ese termómetro de la desconfianza que mide el interés adicional que exigen los inversores a España con respecto a la Alemania, encadenó ayer su sexto descenso consecutivo. Se enfrió de los 495 a los 471 puntos básicos -ó 4,71 puntos porcentuales- y desde los máximos que alcanzó la semana pasada en los 548 puntos básicos, se ha relajado ya 77 puntos básicos.

Más que un soplo de aire fresco, todo un balón de playa de oxígeno que ha venido a aliviar la posición de la deuda española, que transitaba por el terreno pisado antes por Grecia, Irlanda y Portugal, es decir, los europaíses ya rescatados. Ahora no sólo ha tomado distancia con respecto a los niveles extremos tocados la semana pasada, sino que ha vuelto a acercarse a Italia, un síntoma de que, si bien la desconfianza no se ha ido, sí se ha moderado. Ayer, la prima entre la deuda española y la italiana se estrechó hasta los 38 puntos básicos, cuando el pasado viernes llegó a ampliarse hasta los 79 puntos.

Intereses alemanes al alza

La tregua concedida a la deuda española se apoya en los planes que está trazando Europa para ayudar a sanear la banca española. A la espera de que Roland Berger y Oliver Wyman, las consultoras contratadas para auscultar la salud del sector financiero y calcular los recursos que precisa, emitan su veredicto, los inversores han dado un voto de confianza a España. De algún modo, consideran que ese ejercicio de transparencia acercará una solución de una vez por todas.

También ha contribuido el convencimiento de que los bancos centrales enviarán más estímulos si resulta necesario, una sensación que transmitió ánimos renovados a los inversores. Ayer, de hecho, China bajó los tipos de interés por primera vez desde 2008 -ver pág. 28-. "Existe la especulación de que podría producirse una política coordinada por parte de los bancos centrales, y eso está beneficiando a España", afirmó Graham-Taylor, de Rabobank, en declaraciones a Bloomberg.

Esos cambios se han reflejado en la prima de riesgo porque ésta, a su vez, ha seguido el rebufo del rendimiento de los bonos a 10 años. Su rentabilidad descendió ayer del 6,28 al 6,09 por ciento y en las seis últimas jornadas ya ha caído medio punto porcentual. En el retroceso de ayer resultó clave el resultado de la subasta que celebró el Tesoro Público -ver información de abajo-. También ha ayudado, en paralelo, que el dinero haya salido del bund alemán. Tras marcar mínimos históricos en el 1,17 por ciento, ayer repuntó hasta el 1,37 por ciento, un incremento que contribuye a reducir la brecha entre la deuda española y alemana.

Mucho por hacer

Aunque los expertos celebran este respiro, tampoco lanzan las campanas al vuelo. Primero, porque el rendimiento permanece por encima del 6 por ciento y la prima se encuentra en los 471 puntos básicos, cuando finalizó 2011 en los 326 puntos básicos. Y segundo, porque el respaldo a la banca aún debe concretarse y, sobre todo, puede condenar a España a situación más que comprometida. "España, en solitario, no puede sostener el peso de todos los bancos", avisan los expertos de Royal Bank of Scotland (RBS). Y por si acaso, recuerdan que, en caso de que el Gobierno tenga la tentación de hacerlo, la relación entre la deuda pública y el Producto Interior Bruto (PIB) podría superar el 100 por ciento, con lo que resultaría una situación "similar a la que ocurrió en Irlanda en 2009".

Además, los analistas matizan que con la recapitalización de la banca no se acaban todas los dificultades. "Una vez solucionado el problema de la banca, que parece que lo veremos antes de que acabe este mes, se necesitan medidas que produzcan una fuerte bajada de nuestra prima de riesgo para confiar en que definitivamente hemos visto lo peor en nuestro mercado en particular y en los mercados de riesgo en general", precisa Miguel Paz, de Unicorp.

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