
Madrid, 1 jun (EFE).- La desconfianza en los consumidores generada por la crisis ha impedido que desde 2009 se hayan dejado de vender un millón y medio de coches, según cálculos de la patronal de concesionarios Faconauto.
Esta salida de producto al mercado, que Faconauto califica de "demanda retenida", está compuesta por vehículos que hubieran sido potencialmente adquiridos si la situación económica del país hubiera sido más favorable.
Para los concesionarios, el principal ajuste se dio en 2009, cuando se dejaron de vender en torno a medio millón de coches, cifra por encima de los 340.000 que no se adquirirán este año.
Faconauto calcula que hasta 2016, en un hipotético mercado anual de 1,1 millones de unidades, no se absorberá esta demanda retenida.
La paralización de estas ventas tendrá un impacto en la modernización del parque automovilístico español, pues el segmento de antigüedad con menos de cinco años caerá un 17,5 % este año, mientras que el de modelos con más de 13 años se incrementará un 17,3 %, representando un tercio de todos los automóviles en circulación.
Al finalizar 2012, la edad media de nuestro parque tendrá 10,4 años de antigüedad, frente a los 8,6 de 2008.
El presidente de Faconauto, Antonio Romero Haupold, aboga por un "chispazo" en forma de ayudas que se concreten en ventas reales, lo que hará aflorar esta demanda retenida con gran rapidez.