En una jornada marcada nuevamente por la alta volatilidad y los bajos volúmenes (se movieron 2.380 millones de euros en el parqué española), el Ibex terminó la sesión con una caída del 0,65%, hasta 6.524 puntos, nuevo mínimo anual.
El tono inicial ayer en los mercados era positivo, gracias al mensaje de que los líderes europeos se reunirían esta semana para debatir sobre los eurobonos. Enseguida se frustraron las expectativas, al declarar un portavoz del Gobierno germano que Alemania se opone a la creación de esta herramienta de financiación. Así, en España comenzaron a caer los pesos pesados de la bolsa, siendo el Santander, BBVA e Iberdrola los más bajistas con sendas caídas del 1,38, 1,21 y 1,15%. Sin embargo, el valor más castigado fue BME, que cedió un 2,88%, perdiendo los 15 euros por acción.
La nota positiva de la jornada fue para Sacyr, que se disparó un 10,55% tras conocerse que la constructora y las cajas de ahorros quieren vender el 55% de su concesionaria Itínere. Los insiders también ven mejoras: la semana pasada, el consejero José Moreno Carretero invirtió 646.000 millones de euros en comprar un 0,12% de Sacyr.