CAMP DAVID, EEUU (Reuters) - Un creciente grupo de líderes mundiales presionaba el viernes a favor de un cambio hacia políticas favorables al crecimiento para ayudar a aliviar una crisis europea que amenaza con sacar a Grecia de la zona euro y repercutir en la economía mundial.
Marcando el tono para la cumbre del G-8 de este fin de semana, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dejó claro que se alinea con los esfuerzos del nuevo presidente francés en favor de más estímulos económicos en la eurozona, plagada por la recesión, en lugar de enfatizar los programas de recortes de gastos defendidos por Alemania.
La postura de Obama refleja su temor a que el contagio de la eurozona, que amenaza el futuro de su moneda única, pueda dañar la débil recuperación de la economía estadounidense y sus propias posibilidades de reelección en noviembre.
La cumbre de Camp David da inicio a cuatro días de intensa diplomacia, incluida una reunión de la OTAN en Chicago, que pondrán a prueba la capacidad de los líderes para calmar la intranquilidad por la amenaza de otra crisis financiera, así como los planes para terminar la impopular guerra en Afganistán.
Tras reunirse en la Casa Blanca con el presidente francés, François Hollande, Obama dijo que los dos están de acuerdo en que abordar la crisis de la eurozona es "un asunto de extraordinaria importancia, no sólo para la gente de Europa, sino también para la economía mundial".
"Estamos esperando una discusión fructífera esta tarde y mañana con otros líderes del G-8 sobre cómo podemos manejar una aproximación responsable a la consolidación fiscal que esté aparejada con una agenda de crecimiento", declaró el mandatario antes de viajar a Camp David y saludar a otros líderes mundiales en la cena inaugural.
La canciller alemana, Angela Merkel, quien ha insistido en la necesidad de una dura disciplina fiscal para recortar los asfixiantes niveles de deuda en la eurozona, aún mientras la ira de los votantes ha cambiado los gobiernos en el bloque, parecía condenada a verse cada vez más sola en la cumbre de Camp David.
Mientras Obama daba la bienvenida a sus invitados uno a uno a las puertas de un rústico edificio en el recinto presidencial de Maryland, le preguntó a Merkel: "¿Cómo está?".
Ella se encogió de hombros y ofreció una tensa sonrisa. "Bueno, tiene usted algunas cosas en su mente", dijo Obama en un breve intercambio captado por un micrófono ambiental.
Sus palabras podrían ser subrayadas en el comunicado final de la cumbre que, según un borrador mostrado a Reuters, hará hincapié "en nuestro imperativo por crear crecimiento y empleos".
GRECIA DEBE "DECIDIRSE"
En un reflejo de la creciente frustración a medida que el caos posterior a las elecciones en Grecia sacude los mercados mundiales, el primer ministro británico, David Cameron, pidió a los miembros de la zona euro que tomen medidas decisivas y dijo que los griegos deben "decidir" si quieren seguir en la zona euro.
No se esperan grandes decisiones de política económica en la cumbre, pero Obama presionará a los europeos para que trabajen en favor de una estrategia amplia para resolver sus problemas de deuda.
Las acciones mundiales cayeron a niveles por debajo de los que comenzaron el año, presionadas por la posibilidad de que una salida de Grecia del euro pueda propagarse en el bloque monetario, afectando a economías mucho mayores como la de España.
Si bien Hollande y Obama encontraron puntos de acuerdo económico antes de la cumbre, la reunión también mostró las diferencias por el compromiso de Francia con la misión militar de la OTAN en Afganistán, que será el centro de atención de la cumbre de la alianza que comienza el domingo en Chicago.
Hollande, un socialista que asumió el cargo de presidente esta semana, recordó a Obama su promesa electoral de retirar a las tropas galas de Afganistán para finales de 2012, antes del calendario de la alianza. Pero Hollande señaló que Francia apoyaría la misión de la OTAN por otras vías.
Responsables estadounidenses esperan convencer a Hollande para que reconsidere el plan de retirada francés.
ALEMANIA, "MUY AISLADA"
Pero los dos líderes, que se reunían por primera vez desde la victoria electoral de Hollande este mes, mostraron más coincidencias sobre la crisis de la eurozona de las que se espera haya en las conversaciones del Grupo de los Ocho.
En su primera reunión con Obama desde que llegó al cargo hace unos días, Hollande habló al presidente estadounidense de la importancia de dar prioridad al crecimiento.
Además, ambos hablaron de sus preocupaciones compartidas sobre Grecia y su creencia sobre la importancia de que el país siga en la eurozona, afirmó Hollande.
La administración Obama gastó mucho dinero para intentar frenar la recesión estadounidense entre 2007 y 2009, y Hollande intenta suavizar la austeridad con más inversiones en infraestructura que cree empleo.
No está solo en ese empeño. Cameron ha ido aumentando sus peticiones para que los líderes europeos actúen con más decisión, El canadiense Stephen Harper ha sido un crítico habitual. De los miembros de la eurozona con presencia en el G-8, el primer ministro italiano, Mario Monti, pedía profundas medidas de crecimiento incluso antes de que lo hiciera Hollande.
Eso podría dejar a Merkel, que insiste en solitario en que los programas de recortes de gastos no pueden diluirse.
"Alemania está muy aislada", dijo Domenico Lombardi, un ex responsable del Fondo Monetario Internacional que ahora ocupa un alto cargo en el grupo de expertos Brookings Institution.
Lombardi dijo que "está claro que Grecia se ha vuelto una crisis sistemática" y que esto ahora debe ser el centro del debate.
La cumbre del G-8 llega mientras los griegos retiran dinero de los bancos entre crecientes miedos de que puedan salir del bloque de la moneda única. Los mercados financieros temen por el futuro del euro, y también el sector bancario español está bajo presión.