Mientras que la alarma de Bankia ayer alcanzaba un volumen ensordecedor a las 12 de la mañana al desplomarse la cotización del valor casi un 30% en bolsa la advertencia por parte de la agencia de rating Moody's de que rebajaría masivamente el perfil de crédito de los bancos españoles (en una maniobra similar a la que realizó el lunes con la banca italiana) antes de que terminase el día también pasó factura al resto de la banca cotizada española.
Después de Bankia, que al final terminó con caídas del 14%, los siguientes bancos más castigados por los inversores fueron Popular y Bankinter, con sendas caídas del 4,6 y el 4,43%. CaixaBank cedió un 3% y BBVA un 2,79%. El mejor parado dentro del varapalo general al sector financiero fue Santander, con un recorte del 1,66% que, sin embargo, le trajo una consecuencia inesperada: que el valor perdiese los 4,5 euros por acción (terminó la sesión en 4,45 euros) el precio al que la entidad que preside Emilio Botín amplió capital en 7.200 millones de euros a finales de 2008 (el 25% de su capitalización de entonces) debido a los efectos de la quiebra de Lehman Brothers, la mayor operación de este tipo que ha realizado el banco en su historia. Santander pierde un 21,12% desde el comienzo de 2012.
No obstante pudo ser peor, pues las acciones del banco llegaron a intercambiarse durante la jornada en 4,32 euros, nuevo mínimo anual que roza peligrosamente los niveles del mínimo de la crisis, el de marzo de 2009. Paralelamente, los escudos contra impago del banco (CDS) se dispararon desde los 432 hasta los 444 puntos básicos, alcanzando niveles del 24 de noviembre de 2011.
Así, el Ibex 35 cedió un 1,11% arrastrado por los números rojos de los bancos, marcando un nuevo mínimo anual en 6.537,9 puntos que a su vez remite al nivel más bajo del indicador desde mayo de 2003. Se trata de la quinta sesión consecutiva a la baja que firma el selectivo, y en esta racha bajista -la más larga desde marzo-los recortes ascienden al 7,2%. En lo que va de 2012, el principal índice de la bolsa española ya se deja casi un 24%. Miguel Paz, de Unicorp, explica que "viendo el pesimismo extremo, y el ánimo comprador que surge en cuanto hay rumores, es muy probable que a corto plazo vivamos un rebote fuerte antes de que el mercado termine cayéndose. Hay tanta sobreventa que cualquier noticia puede provocar lo comentado". Eso sí, "otra cosa es que el rebote sea fiable o no" remacha el experto.