Bolsa, mercados y cotizaciones

Y subiendo... nuevo máximo de la prima en los 490 puntos

Celebrar una subasta de deuda 24 horas después de que la prima de riesgo de un país haya marcado un nuevo máximo histórico e incluso superar, aunque fuese momentáneamente, el tan psicológico como peligroso nivel de los 500 puntos básicos, no es tarea sencilla.

Tampoco lo es enfrentarse a un mercado que empieza a dudar de tu solvencia para pagar la deuda con una emisión de bonos a largo plazo. Pero el Tesoro español lo hizo.

Su objetivo era conseguir vender hasta un máximo de 2.500 millones de euros en bonos a 3 y 4 años. Lo consiguió. Sin embargo, para ello tuvo que pagar pingües intereses -de entre un 21 y un 51 por ciento más que en anteriores subastas-. No en vano, a medida que aumentan las dudas sobre la solvencia española, lo hace también la rentabilidad que los inversores le exigen para comprar sus bonos.

Por ejemplo, colocó deuda a tres años con cupón del 4,40 por ciento, con una rentabilidad media del 4,37 por ciento, frente al 2,89 por ciento de la anterior subasta de este tipo celebrada hace menos de dos meses. También un importante aumento del rendimiento medio se vio en la subasta de bonos a cuatro años. Adjudicó 1.097 millones de euros a un tipo de interés medio del 5,10 por ciento, frente al 3,37 por ciento de la última subasta de este tipo celebrada a mediados de marzo. Y la misma tónica se vio en la emisión de deuda a tres años con cupón al 4 por ciento. El interés medio que demandaron los inversores fue del 4,91 por ciento frente al 4,03 por ciento de la última subasta celebrada el 3 de mayo.

Pero la idea de que el Tesoro se vería obligado a pagar más por su deuda ya estaba descontada por el mercado. Sobre todo teniendo en cuenta que sólo en la última semana la prima de riesgo española ha repuntado de los 415 puntos a los 490 puntos, nuevo máximo histórico. ¿De qué estaban pendientes entonces los inversores? De la otra clave de cualquier subasta que se precie: la demanda. "¿Tipos o demanda? Sin duda, en situaciones de inestabilidad e incertidumbre, me quedo con la demanda. Y en las subastas de hoy el interés sigue siendo muy elevado", señala José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi en España.

Pues bien, ésta fue alta. Tanto que, por ejemplo, en el caso de los bonos a tres años con cupón 4,40 por ciento superó en más de cuatro veces a la oferta, frente a un ratio de cobertura de 2,41 veces de la anterior emisión de este tipo.

Se clama por una intervención

"La subasta confirma que España sigue siendo capaz de conseguir demanda aunque sea pagando más intereses", afirmó a Bloomberg Richard McGuire, gestor de renta fija de Rabobank. Aunque matizó: "Nos estamos acercando al final de la carretera que supone la sostenibilidad de España por lo que será necesario que se produzca algún tipo de intervención".

Una idea que no sólo defienden los inversores o el propio Gobierno -"Entendemos que nosotros estamos haciendo todo lo que es necesario en cuanto a ajustes de política fiscal, reformas estructurales y entendemos que ahí sí debería haber un cierto tipo de reacción del BCE", dijo ayer el secretario de Estado de Economía, Fernando Jiménez Latorre-. También lo reclaman organismos como el FMI, que ayer pidió al BCE que tome más medidas no convencionales.

Es precisamente la no intervención del organismo que preside Mario Draghi, ni a través de nuevas subastas de liquidez para los bancos ni reanudando la compra de deuda pública, lo que explica que, pese al decente resultado de la subasta de deuda de ayer, la prima de riesgo española siguiera ayer marcando nuevos máximos históricos. Y es que si bien el diferencial entre el bono español y el alemán se mantuvo por debajo de los 500 puntos básicos rebasó al cierre los 490 puntos, marcando un nuevo récord al cierre. De esta manera, desde que se celebraron las elecciones griegas el pasado 6 de mayo, fecha en la que se reanudó la crisis helena con mayúsculas, la prima de riesgo ya se ha revalorizado un 17,5 por ciento.

Un repunte en el que no sólo ha influido el comportamiento del bono español a diez años, cuya rentabilidad se ha disparado del 5,73 al 6,31 por ciento, sino también la estrepitosa caída que ha vivido el rendimiento del bono alemán, que ayer marcó un nuevo mínimo histórico en el 1,431 por ciento.

Este fuerte retroceso del bund también se ha notado en las primas de riesgo de otros países de la periferia. Por ejemplo, la prima de riesgo helena ha pasado de los 1.898 a los 2.762 puntos a los que cerró ayer desde el pasado 6 de mayo, la portuguesa lo ha hecho de los 951 a los 1.041 puntos básicos y la italiana, de los 385 a los 440 puntos básicos.

El CDS, en máximos

Además de la prima de riesgo, también hay otro indicador de solvencia que volvió ayer a marcar niveles nunca vistos. Se trata del seguro contra el riesgo de impago (CDS). Cerró en los 548 puntos básicos, por lo que en poco más de una semana ha subido un 14 por ciento.

Este repunte del riesgo país también se ha extrapolado a sus bancos. De hecho, el seguro contra el impago del BBVA marcó ayer un nuevo máximo histórico en los 492 puntos básicos, y lo mismo sucedió con el CDS de Bankia, que tocó su mayor nivel en los 798 puntos básicos. No en vano, hay que tener en cuenta que ayer fueron muchas las noticias que se conocieron sobre Bankia. Y ninguna buena ya que incluso se habló de una fuga de depósitos, luego desmentida, que llevó a sus acciones a caer hasta un 30 por ciento.

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