En la sesión de este lunes se puso una vez más de manifiesto que la fortaleza del euro frente al resto de divisas se erosiona al mismo ritmo que en el mercado crecen las dudas sobre la supervivencia de la unión monetaria a la crisis que atraviesa.
No en vano, el lunes fue el turno para que los inversores descontaran el efecto de dos elementos que afectan directamente a la eurozona. Por un lado, la última reforma financiera propuesta en España -el actual epicentro de la crisis de deuda- en respuesta a la necesidad del Estado de nacionalizar Bankia, que lejos de anunciar la creación de un banco malo, como esperaba el mercado, se limitó a que las entidades financieras españolas deberán reforzar aún más las reservas frente a posibles pérdidas.
Por otro, la falta de acuerdo para la formación de un Gobierno de coalición en Grecia que esté dispuesto a seguir la hoja de ruta impuesta por la troika a la economía helena por su rescate, lo que plantea seriamente la posibilidad de que por primera vez en su historia un país miembro pueda abandonar la eurozona.
La respuesta del mercado ante estos dos factores consistió en una depreciación del euro frente al resto de principales monedas. Contra el dólar llegó a caer un 0,7% hasta los 1,283 dólares, el cruce más bajo contra el billete verde desde enero, para luego moverse en torno a los 1,285 dólares. En la sesion de este martes, la moneda única volvió a sufrir otro rapapolvo del mercado con lo que el euro volvió a depreciarse contra el billete verde un 0,6% hasta los 1,274 dólares. De este modo, la divisa europea pierde un 1,5% de su valor contra la moneda norteamericana en lo que va de 2012.
El euro también mostró su debilidad contra las divisas japonesa y británica. Así, frente a la divisa nipona sufrió una caída durante la jornada de un 1%, que hizo que un euro sólo comprara 102 yenes, algo que no se veía desde febrero de este año.
Frente a la libra esterlina acusó un descenso del 0,8%, hasta las 0,797 libras, su cambio más bajo desde octubre de 2008.
El oro y el crudo se resienten
La debilidad del euro se contagió al crudo y al oro, al sufrir ambos descensos superiores al 1%. En el caso del barril Brent, de referencia en Europa, perdió un 1,2%, hasta los 111 dólares, mientras que el americano West Texas sufrió una caída más acusada, del 1,6%, hasta los 94,5 dólares, con lo que la brecha entre estas dos referencias sigue superando los 16 dólares. El metal amarillo tampoco brilló en esta sesión como activo refugio. Bajó un 1,2%, hasta los 1.561 dólares, y por primera vez en el año cayó por debajo de los 1.563,7 dólares con los que cerró en 2011.