La eléctrica alemana dijo en la presentación de resultados que lo peor ya pasó y afronta este ejercicio con optimismo
El accidente de la central de Fukushima que se inicio el 11 de marzo de 2011 volvió a saltar a la palestra la semana anterior por el anuncio de la posible nacionalización de Tepco, gestora de la planta accidentada. Un hecho que además la semana pasada tuvo un eco particular ya que ese accidente nuclear supuso un punto de inflexión en los programas de renacimiento nuclear que se querían lanzar en varios países. Uno de ellos es Alemania, en donde el año anterior se anunció un apagón nuclear que ha motivado que las utilities germanas hayan tenido que replantear su estructura de negocio ya que una parte significativa de sus ingresos proviene de la electricidad generada en centrales nucleares.
La semana pasada, fue un buen momento para testar en que medida las empresas germanas se han adaptado a su nuevo entorno, ya que se produjo la presentación de resultados correspondientes al primer trimestre del ejercicio fiscal de 2012 de las empresas de ese sector. En donde tambien se sometió a examen un miembro del Eco 30, E.ON, quien a tenor de sus cifras ha superado el examen con mejor nota que su sector.
Reestructuración del negocio
En este sentido, E.ON presentó el pasado miércoles, un beneficio en el primer trimestre del año de 1.665 millones de euros, un 27% más, mientras que su ebitda (beneficio antes de intereses, impuestos, amortizaciones y depreciaciones) registró un incremento del 9%, hasta los 3.770 millones de euros. El grupo alemán matizó durante la presentación de resultados que "lo peor" ya pasó y afronta con optimismo este nuevo año.
Además, las ventas de E.ON aumentaron un 28%en el primer trimestre del año, hasta 35.700 millones, animadas por negocios como el de las renovables en Alemania y Rusia. El incremento se produjo a pesar de la falta de producción nuclear en la nación germana. Por otra parte, la empresa reafirmó su previsión de pagar un dividendo a 1,1 euros por acción en el ejercicio de 2012. En la presentación de resultados también confirmó sus previsiones para 2013.
En concreto, espera un beneficio bruto de explotación de entre 11.600 y 12.300 millones de euros y también en ese ejercicio tiene previsto repetir con un dividendo de al menos 1,1 euros por acción. Unos datos que contrastan con los de la también empresa germana y dependiente de las nucleares RWE, que el pasado jueves también rindió cifras trimestrales. El grupo energético alemán RWE obtuvo en el primer trimestre de 2012 un beneficio neto de 1.311 millones de euros, lo que supone un 27,9% menos que los 1.819 millones de euros del mismo periodo de 2011, informó la empresa, que atribuyó este descenso de los beneficios directamente al apagón nuclear en Alemania. Además, el ebitda se situó en 3.125 millones, un 8,8% menos respecto al mismo periodo del ejercicio precendente.
"Después de significativas cargas excepcionales por las decisiones políticas energéticas adoptadas por Alemania durante de 2011, RWE recuperará terreno este año. Sin embargo, en el primer trimestre de 2012, el grupo no fue capaz de igualar los resultados con los del mismo periodo del año anterior", explicaron desde RWE.
De cara al conjunto del ejercicio, esta empresa sigue esperando que tanto el resultado operativo como el neto sea similar al de 2011, ya que estos resultados trimestrales no pueden extrapolarse al conjunto del ejercicio debido a que los tres primeros meses de 2011 no se vieron afectados por el apagón nuclear en Alemania.