Tanto monta, monta tanto. Unas veces es la deuda pública la que precipita el descalabro de los bancos en bolsa; y otras es el sector financiero el que acentúa el desplome de los bonos. La fusión de dos mundos, el financiero y el de la deuda pública, cuyo destino, a golpe de crisis, camina en paralelo. Ayer el epicentro del terremoto fue bancario, pero las réplicas pertinentes en la deuda soberana fueron extraordinarias.
La sacudida vendedora provocó que el rendimiento de los bonos españoles a 10 años, que sube cuando el precio de los títulos baja, repuntase del 5,84 al 6,08%, el nivel más alto desde noviembre. A su vez, este incremento se trasladó a la prima de riesgo, es decir, al interés adicional que exigen los inversores a los bonos españoles con respecto a los alemanes. Esta brecha se amplió de los 430 a los 456 puntos básicos -ó 4,56 puntos porcentuales-, que también supone la distancia más pronunciada en seis meses. Este aumento no sólo se nutrió de los bonos españoles, sino que también creció por la caída del rendimiento de los bunds germanos, uno de los pocos refugios que quedan. Su rentabilidad descendió ayer del 1,54 al 1,518%, la cota más baja de siempre.
Como remate, el seguro de crédito (CDS) para protegerse del impago de la deuda española se disparó de los 499 a los 517 puntos básicos. Nunca antes había llegado tan alto; o lo que es lo mismo, nunca antes los inversores habían pagado un precio tan elevado para cubrirse de un posible impago por parte de España.
"Se ha juntado demasiada incertidumbre en un contexto de débil crecimiento. A la inestabilidad procedente de Grecia se une la situación española, en la que lo acontecido en Bankia ha actuado como detonante de la desconfianza. Y así se ha puesto en marcha el proceso circular en el que lo financiero y la deuda pública sufren al mismo tiempo", expone Pablo Guijarro, consultor de AFI. Para Miguel Paz, de Unicorp Patrimonio, la clave a corto plazo residirá en si el dinero comprador vuelve con el rendimiento del bono por encima del 6%. Así ocurrió dos veces en abril, cuando el rendimiento se moderó hasta una zona comprendida entre el 5,70 y el 5,85% tras haber superado el 6%, una barrera que sirvió como efecto llamada para activar la operación retorno de los inversores. "Habrá que estar atentos a ver si nuevamente se frena la escalada en los niveles actuales", subraya.
La onda expansiva se sintió igualmente en otros países. La prima de riesgo de Italia superó de nuevo los 400 puntos básicos al repuntar de los 391 a los 408 y la de Francia, de los 127 a los 134 puntos básicos.
Tensión en la deuda financiera
Otra muestra de la retroalimentación entre los problemas financieros y soberanos procede de los seguros de crédito sobre la banca española. Al igual que con los CDS soberanos, la cobertura sobre las entidades también siente la presión. Ayer, el seguro sobre Banco Sabadell subió de 674 a 688 puntos básicos; el de BBVA, de 426 a 445 puntos; y el de Santander, de 395 a 415 puntos. Al mismo tiempo, el índice que aglutina los CDS sobre la deuda senior -la más segura- de las principales entidades europeas subió de los 255 a los 265 puntos básicos, el máximo desde enero.