Si las sesiones bursátiles se calificaran como en los años 80 se hacía con las películas, la de ayer tendría al menos los dos rombos. No porque fuera especialmente obscena sino porque, desde luego, no fue apta para cardíacos.
La victoria del socialista Francois Hollande en las elecciones presidenciales de Francia, con lo que ello supone para los defensores de las políticas de austeridad, unido a la renovada incertidumbre en torno a Grecia, tras el batacazo en las urnas de los dos únicos partidos que defienden los planes de austeridad, hacían presagiar otra sesión de números rojos, con el mercado español, una vez más, como protagonista. "La victoria de Hollande puede traer un periodo de volatilidad si las agencias de rating muestran su descontento", afirmaba John Bennett, director de renta variable europea en Henderson.
Y de hecho, así fue. Pero sólo en un principio. Por ejemplo, si bien el Ibex llegó a perder el 1,93 por ciento de su valor, acabó la sesión no sólo recuperando el nivel de los 7.000 puntos una semana después de perderlos sino, además, protagonizando su mayor rebote del año (rebotó un 2,72 por ciento, hasta los 7.063 puntos). Una reacción que lleva a Joan Cabrero, analista de Ecotrader, a defender que el Ibex podría haber tocado ya suelo. "Hemos asistido a un contraataque alcista ya que no solamente se han mantenido al cierre soportes clave sino que desde los mismos se han formado patrones de velas envolventes alcistas. Todo ello sugiere que es muy probable que la fase correctiva que definen las bolsas durante estas últimas semanas podría haber visto un suelo, cuando menos temporal, en los mínimos vistos hoy", comenta.
Pero el Ibex no fue el único en cambiar las matutinas pérdidas por los números verdes. Su vecino mediterráneo, el italiano Ftse Mib, también se anotó un importante aumento, del 2,56 por ciento hasta los 14.275 puntos. Y lo mismo sucedió con el resto de selectivos del Viejo Continente (ver gráfico). Y en todas estas subidas, el mismo sector tiró del carro: el financiero por varios motivos.
Los porqués del tirón
El primero es que sería uno de los grandes beneficiados en caso de que finalmente Europa vire hacia una política más de crecimiento y menos de estímulo. "La clave ha estado en las palabras de Merkel diciendo que recibirá con los brazos abiertos a Hollande, ya que la victoria de éste debería favorecer las políticas de crecimiento", afirma Covadonga Fernández, analista de Self Bank.
El segundo es que, según explica Guillermo Escribano, de Metagestión, la victoria del socialista francés puede "meter presión al Banco Central Europeo para que mejore la capacidad de financiación de la la banca" y la vía más directa para hacerlo sería con una nueva subasta de liquidez. Y el tercer motivo que podría explicar el protagonismo de la banca en el rebote, al menos en el caso de la española, es la inyección de capital que el Gobierno español va a llevar a cabo en Bankia, algo que puede inyectar también cierta fortaleza en el resto del sector financiero.
Sea cual fuera el motivo en el que se basaron los inversores, el resultado no fue otro que un repunte medio del 2,8 por ciento en los principales bancos de la eurozona. Una cifra que superaron con holgura bancos como el español BBVA, que se anotó un 5,37 por ciento o el Santander, que finalizó la sesión con un precio un 4,70 por ciento superior al del pasado viernes. En España, no obstante, hubo también grandes excepciones a este rebote. La principal fue la protagonizada por Bankia, que despidió la sesión a un precio de 2,38 euros, mínimo histórico, tras dejarse en el parqué el 3,26 por ciento de su valor. No fue el único banco en finalizar la sesión en números rojos, ya que Sabadell también despidió el lunes con un retroceso del 0,12 por ciento.
La prima, inerte en los 415
La distensión que se vivió en el mercado de renta variable no se trasladó al de renta fija. Lo máximo que consiguió la prima de riesgo española fue aguantar el tipo en los 415 puntos básicos. Y no porque la rentabilidad del bono español a diez años cayera -rebotó hasta el 5,75 por ciento desde el 5,73 por ciento -sino porque lo hizo el bono alemán, hasta el 1,60 por ciento. Y eso que en algún momento de la sesión llegó incluso a marcar un nuevo mínimo histórico, en el 1,57 por ciento. También la prima de riesgo italiana se mantuvo en los niveles del viernes pasado. En concreto en los 380 puntos, después de que el rendimiento de su bono a diez años cayera hasta el 5,40 por ciento.