La tendencia 'a mejor' de las revisiones de estimaciones de beneficio ya se ha consolidado en estos momentos
La temporada de resultados puede haberse convertido en la excusa perfecta para que veamos un "efecto muelle tras la caída" de producirse una corrección finalmente en Wall Street. Según Bloomberg, ya han presentado resultados más de 300 compañías del índice S&P 500. De media, en lo que a beneficio por acción se refiere, las estimaciones se han batido en más de un 6%. Algo que ha empujado a los analistas a mejorar las previsiones de beneficio a las compañías americanas y, por contagio, al S&P 500.
En abril, según FactSet, se registraron alrededor de 8.700 revisiones de las estimaciones de beneficio por acción que afectaron al S&P 500 y, por fin, las a mejor, superaron con creces a las a peor. Las primeras se quedaron por encima de las 3.000, mirando hacia las estimaciones para 2013, mientras que las segundas rondaron las 2.300.
En marzo, ganando las a mejor el marcador se había situado en empate; en 2.599 frente a 2.567. Y esa sensación más positiva también se ha dejado sentir en las previsiones para este año. Algo que genera un efecto "abaratador" en el mercado. Porque esos cambios han provocado que el beneficio por acción estimado para el S&P 500 haya dado un salto en beneficio por acción, lo que equivale a una mejora del 10 y del 12 por ciento para 2012 y 2013, respectivamente.
¿Qué significa?
A efectos de valoración se traduce en que, aunque ahora el S&P 500 ronde los 1.400 puntos; éstos son algo más baratos que en los máximos de abril y tiene a favor la tendencia en revisiones de los bancos de inversión.
En el inicio del mes pasado, el índice se colocó a 1.419,04 puntos, por lo que se pagaban 13,6 y 12 veces los beneficios estimados para este año y el próximo. Desde ahí comenzó a corregir y, aunque ahora ha recuperado parte de aquellos ascensos, se desembolsaban a cierre del martes (1.405,82 puntos) 13,3 y 11,87 veces las previsiones para 2012 y 2013, respectivamente.
Por ello, si los inversores americanos recogen parte del dinero que han ganado y los analistas no cambian su optimismo sobre los beneficios de las cotizadas, un precio más bajo podría actuar de aliciente para los cazadores de rebajas.