
La agencia de calificación crediticia ha elevado el rating de la deuda soberana de Grecia en tres escalones hasta 'CCC' desde la anterior calificación de 'SD', que la situaba en default selectivo, y con pespectiva "estable". Según explica en su informe, tal y como estaba previsto esta decisión se debe a que el país ya ha concluido el proceso de reestructuración de su deuda.
El pasado mes de febrero, S&P anunció que degradaba las calificaciones de la deuda a largo y corto plazo de Grecia a la condición de 'SD', desde 'CC' y 'C', respectivamente. La agencia justificó su acción por la imposición por parte de Atenas de las denominadas Cláusulas de Acción Colectiva (CAC), un mecanismo que obligó a los tenedores de deuda helena a participar en la quita acordada.
La medida, que se aplicó con carácter retroactivo, vinculó a los acreedores a un canje necesario para completar el segundo plan de rescate de la economía griega, valorado en 130.000 millones de euros.
Menos presión
Ahora que ha concluido el proceso de reestructuración de la deuda, S&P considera que el canje ha contribuido a aliviar las presiones sobre la financiación del país a corto plazo por lo que, tal y como avanzó en su informe de febrero, ha decidido elevar la nota de la deuda helena hasta 'CCC'.
Sin embargo, la firma se mantiene cauta, porque el "nivel de endeudamiento de Grecia se permanece elevado". Además, permanece expectante de cara a las elecciones presidenciales que se celebrarán el próximo 6 de mayo, que serán determinantes para el futuro del país.
Según indica, existen riesgos de que sean necesarios ajustes fiscales adicionales y esto podría repercutir de nuevo sobre el rating.