MADRID (Reuters) - El Ibex-35 acabó el jueves con pérdidas pronunciadas ante un regreso de la aversión al riesgo y la persistente inquietud en España por las especulaciones sobre la necesidad de una recapitalización de la banca con fondos europeos.
La jornada estuvo marcada también por la publicación de los resultados del mayor banco español, Santander, que cerró con recortes del 3,38 por ciento, aunque el gran calado de las preocupaciones por España dejó las cifras trimestrales del banco cántabro en casi una anécdota.
"Ha salido otro informe negativo sobre los sectores inmobiliario y bancario de España, que se suma a los comentarios del FMI de ayer señalando la vulnerabilidad española, y ha invitado a recoger beneficios tras dos días de repuntes", dijo un operador en España.
En las últimas semanas han surgido voces que apuntan a que la actual reestructuración del sector financiero español, que se está apoyando en capital privado, podría no ser suficiente para sanear unas entidades muy dañadas por el estallido de la burbuja inmobiliaria.
"La realidad es que están a punto de cerrar la venta de Banco Valencia, y CatalunyaCaixa y todavía nadie sabe de dónde van a salir los fondos para cubrir los esquemas de protección de activos", añadió el operador.
Analistas de HSBC indicaban el miércoles en una nota donde analizan las opciones para recapitalizar la banca española que las entidades del país no podrán seguir comprando deuda soberana nacional al tener que centrarse en sus propios problemas, lo que a su vez suponía una preocupación sobre la sostenibilidad de las cuentas públicas, con una economía en recesión.
"Al mercado le preocupa el posible daño a la economía y el sistema financiero que infligirá la austeridad adicional que se le ha impuesto a España: en otras palabras temen como poco una versión suave de la espiral bajista que ha vivido Grecia", dijeron analistas del banco británico en una nota.
En este contexto, el diferencial de la deuda española a 10 años frente a su equivalente alemán cotizaba en 416 puntos básicos, unos diez puntos por encima de la apertura del jueves.
A algo más de una hora del cierre se conoció un favorable indicador norteamericano de vivienda que limitó las pérdidas al cierre en la bolsa española y ayudó otras plazas europeas de renta variable - empujadas por el alza en Wall Street- y al euro.
El Ibex-35 rompió una racha de dos jornadas al alza y cerró con un retroceso del 1,29 por ciento a 7.027,1 puntos, tras haber llegado a caer hasta los 6.955,1 en la sesión. El índice de principales valores europeos FTSEurofirst 300 avanzó un 0,04 por ciento.
LASTRADO POR LA BANCA
Los bancos, especialmente los grandes, fueron el principal lastre del selectivo. Santander cayó más de un 3 por ciento tras publicar sus resultados trimestrales, que superaron las expectativas de beneficio neto pero no incluyeron saneamientos vinculados con la reforma bancaria española.
"Creo que no ha gustado que no hayan provisionado nada (contra el ladrillo), parecido a lo del BBVA ayer", dijo el operador.
BBVA se dejó más de 2 por ciento en un día en el que también influyen negativamente los resultados trimestrales del gigante alemán Deutsche Bank, que cerró con caída del 2,75 por ciento en Fráncfort tras defraudar las expectativas por la debilidad de los mercados y cargos extraordinarios.
Sabadell bajó menos que el mercado, un 0,73 por ciento, tras publicar un descenso del 5 por ciento en sus cuentas hasta marzo, que superaron las previsiones en beneficio.
Entre otros valores estrella, Telefónica se dejó un 1,5 por ciento, Iberdrola cedió un 0,86 por ciento y Repsol -que acumula uno de los mayores castigos en las últimas semanas tras su expropiación en Argentina- subió un 1,33 por ciento, mientras que la textil Inditex avanzó un 0,83 por ciento.
En el sector de infraestructuras, la constructora ACS cayó un 6,25 por ciento después de que el miércoles anunciara la venta por 875,3 millones de euros de su participación del 10,035 por ciento en Abertis en el contexto de una operación que supone una remodelación del accionariado institucional de la concesionaria catalana.
OHL, que será nuevo accionista de referencia de Abertis con una participación que podría llegar alcanzar cerca del quince por ciento, cayó un 3,7 por ciento en medio de gran volatilidad.
El regulador había suspendido las acciones de OHL cuando caían un 1 por ciento, después de una serie de declaraciones de directivos durante una conferencia con analistas en la que estimaron plusvalías por importe de 1.200 millones de euros consecuencia de su acuerdo de venta de activos a Abertis.