Sólo pronunciar la palabra Lehman provoca ya ciertos escalofríos, como para no hacerlo cuando la bolsa española está acercándose a los mínimos que marcó entonces. El galletón del 2,9 por ciento que ha sufrido el Ibex 35 esta semana ha vuelto a recordar el escenario de pánico bursátil que dejó la quiebra del gigante estadounidense, pero también ha dejado al descubierto un potencial alcista de más del 30 por ciento en el indicador. El Ibex 35 está a sólo un 5 por ciento de los 6.700 puntos, el suelo de 2009 a partir del cual el mercado volvió a repuntar, y su deterioro es tal que ocho de los diez pesos pesados cotizan por debajo de su valor en libros, o lo que es lo mismo, que cuestan en mercado menos de lo que valen sus activos. Un panorama que se hace más esperpéntico todavía si se compara con el conjunto del índice, donde el precio de mercado es inferior al de liquidación en 18 de las 36 compañías.
Telefónica e Inditex son ahora los únicos blue chips del parqué español que aguantan por encima de su valor contable, pero eso no quiere decir que hayan estado exentos de sufrir los ataques bajistas. Es más, ahora mismo los gigantes de la bolsa española son el blanco perfecto. "Cuando necesitas imperiosamente dinero vendes lo más líquido que tengas y, por mucho que nos pese, lo más líquido en estos momentos es renta variable y valores grandes", explica Miguel Ángel Paz, director de unidad de gestión de Unicorp.
Sin embargo, el castigo de los gigantes de la bolsa ha favorecido que el Ibex 35 haya precipitado esta semana sus caídas y presente ya señales de entrada. "A los precios actuales sí que compensa el binomio rentabilidad riesgo. El soporte clave y último de nuestro Ibex está tan cerca que es momento para intentar tomar posiciones en nuestro mercado", apunta el analista.
Hasta ahora los desafortunados acontecimiento de los últimos días en dos de las compañías de mayor ponderación del selectivo (Repsol e Iberdrola), la inestabilidad que sigue rodeando a la banca y los continuos rumores de su posible rescate no son un incentivo para decantarse por la bolsa. Ni siquiera las atractivas valoraciones de las compañías suponían un aliciente para llamar al optimismo y reanimar a un mercado dopado con las compras de deuda pública del Banco Central Europeo (BCE). Sin embargo, ahora los expertos destacan las fortalezas de nuestro mercado -sus precios atractivos por PER (número de veces en que el beneficio está en el precio de la acción) y la elevada rentabilidad por dividendo- en donde dos compañías del selectivo cotizan ya por debajo de los mínimos postLehman (ver gráfico) y muchas otras están a punto de hacerlo. Es decir, podrían tener ya recogido en sus cotizaciones las noticias negativas y ahora sería el momento del repunte.
Los altos costes de financiación, el difícil acceso a los mercados y la posibilidad de que las reformas anunciadas por el Ejecutivo de Mariano Rajoy para cumplir con los objetivos de déficit puedan dificultar más si cabe el crecimiento de la economía son algunos de los principales lastres que arrastra España. Una alarma que reiteró esta semana el propio Fondo Monetario Internacional (FMI), que con sus perspectivas volvió a poner en evidencia el estancamiento de nuestra economía.
El organismo auguró que España no cumplirá el objetivo de déficit comprometido con Bruselas -un 3 por ciento para 2013- y que habrá que esperar al menos hasta 2018 para que lo haga. "Van a ser necesarias más medidas pero no desde la vía comentada hasta ahora, sino que el mercado pide ya medidas que no dañen o que impulsen el crecimiento", señalan desde Inversis Banco.
La banca... otra vez
¿Dónde quedará aquello de que el valor en libros debe indicar al menos el suelo de la cotización? El escenario macroeconómico actual no permite al mercado cumplir ni siquiera estas reglas no escritas. En estos momentos, la mitad del selectivo español cotiza por debajo de su precio de liquidación -el año pasado a estas alturas eran sólo nueve los valores que cotizan por debajo del valor de sus activos-. Un indicador que muestra que si no es porque pueda existir un inmediato deterioro de su balance sería más rentable excluirlos de bolsa y vender su negocio por separado.
El sector bancario es quien tiene peor relación entre el valor de su balance y el contable en el Ibex 35 y entre sus pesos pesados. Entre éstos es CaixaBank y Santander quienes se llevan la peor parte. El banco catalán cotiza a 0,47 veces su valor en libros tras cerrar la semana en la que ha aprobado el proyecto de fusión con Cívica en los 2,55 euros por acción, un precio un 2,6 por ciento inferior al de la semana anterior.
Las incertidumbres que rodean al sector bancario, tras cerrar el BCE el grifo de las inyecciones de liquidez y llevar al menos cinco semanas sin comprar deuda pública, han hecho que se esfumaran hasta 412 millones de euros en capitalización de la banca cotizada en el Ibex en los últimos cinco días, una cifra que se eleva hasta cerca de 19.100 millones en lo que va de ejercicio.
"El mercado ha querido entender que la fuerte demanda de las subastas del Tesoro, soportadas principalmente por la banca nacional, expone aún más a nuestros bancos a la deuda española, haciéndolos más vulnerables al riesgo país", explica Soledad Pellón, de IG Markets. Así los pronunciados descensos han dejado a Santander cotizando por debajo de los 5 euros, un precio no visto desde 2009 con la excepción de alguna jornada del año pasado pero todavía alejado de los mínimos de 3,84 euros que marcó hace tres años, y a un valor contable de 0,59 veces. Sólo Acciona, Bankia, Sabadell, Popular, Bankinter, Gamesa y Sacyr presentan un valor en libros menos atractivo que el del banco presidido por Emilio Botín.
El deterioro en su cotización ha hecho incluso que peligre su trono de segundo valor de la bolsa española. La negociación de los derechos de la ampliación de capital que acometió para pagar su dividendo fue lo que impidió que Inditex aprovechara la buena percepción de su negocio internacional para arrebatarle la posición. Según los datos de Bloomberg, el tamaño en bolsa del grupo textil es de 43.446 millones frente a los 44.911 millones de euros que tiene la entidad presidida por Emilio Botín.
BBVA tampoco se libra de la desconfianza en el sector bancario español. La caída de la actividad bancaria como consecuencia del contexto económico y la alta tasa de morosidad -en febrero alcanzó el 8 por ciento por vez primera en 18 años- también han repercutido negativamente en la relación entre su valor bursátil y el contable. El segundo banco español cotiza a 0,67 veces su precio de liquidación, frente a las 1,12 veces del año pasado. Al igual que el Santander, su cotización actual está todavía lejos de los mínimos de cinco años al encontrarse un 15 por ciento por debajo de los preciso actuales.
"El problema de la banca no es de liquidez, sino principalmente de confianza", afirma Pellón mencionando que J.P.Morgan ha apuntado en los últimos días a que los bancos españoles conservan cerca de 90.000 millones de euros del programa LTRO del Banco Central Europeo. Dinero suficiente para cubrir todas las necesidades de financiación en lo que queda de año. El balance de los bancos de mediana capitalización es menos oprtimista todavía. Así, por ejemplo, Bankia cotiza a 0,29 veces el valor de sus activos y el resto lo hace entre las 0,4 y 0,5 veces.
Castigo a Iberdrola
El sector bancario es el que más está sufriendo los deterioros de su balance, pero a algunas utilities y a Repsol también les resulta imposible cotizar por encima de su precio de liquidación. Entre las compañías de servicios públicos con mayor capitalización es Iberdrola la que cuenta con un valor en libros inferior después de que la venta del 3,7 por ciento de la participación que tenía ACS llevara a su cotización a marcar mínimos desde 2003 esta semana.
La posibilidad de que la compañía presidida por Florentino Pérez tenga que seguir haciendo desinversiones para reducir endeudamiento, o bien presionada por la banca acreedora, ha impactado tanto en su valoración como en su recomendación. El consenso de mercado, recogido por FactSet, ha rebajado desde enero un 14 por ciento su precio objetivo y su consejo de mantener está en la cuerda floja.
Al mismo tiempo la falta de visibilidad del negocio de las utilities también se aprecia en el valor en libros de Endesa (0,73 veces el precio de sus activos), que marcó este jueves mínimos de más de cinco años, y Gas Natural (0,81 veces). Esta última, una de los principales accionistas de Repsol, tiene todavía un margen de caída del 25 por ciento hasta ese suelo en un momento en que se cuestiona que pueda verse afectada por sus inversiones en el país latinoamericano.
Precisamente, el jaque mate del gobierno argentino ha quitado a Repsol el papel de la niña bonita del parqué español. Hasta ahora era el único gigante español que poseía el consejo de compra y una de las compañías españolas más valoradas por los inversores extranjeros, pero la nacionalización de YPF y de una de sus compañías de gas le ha arrebatado todos los honores. La petrolera sufre importantes recortes en bolsa y de valoración (ver página 12) y ya es un mantener para los expertos, además de sufrir recortes de rating y planear emitir scrip dividend y bonos convertibles para reforzar su capital.
Pese a los desplomes semanales del 14,6 por ciento, Repsol está a un 28 por ciento de los 11,64 euros, sus mínimos de hace cinco años.