
El ministro saudí del Petróleo, Ali Naïmi, está convencido de que el precio del barril de petróleo no volverá a bajar de 60-70 dólares, que es el límite inferior para rentabilizar el negocio. El ministro insistió en que nada justifica ahora un incremento de la producción: la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) se reúne el 5 de marzo.
En una entrevista que publica hoy la revista especializada Petrostratégies, Naïmi subraya que "una línea limita ya el nivel de precios por debajo de la cual no puede caer" y es esa horquilla de 60-70 dólares, ya que a menos de ese nivel "dudo de que alguien pueda ganar dinero".
Preguntado sobre por qué los precios actuales del crudo son tan elevados, ofrece "múltiples razones: la geopolítica de los países productores, el pesimismo sobre el aprovisionamiento, la capacidad de producción de los países productores, las reservas mundiales... Todos esos aspectos dan la visión falsa de un mercado ajustado".
"La producción aumentará"
Frente a esas "alegaciones", "los hechos son diferentes", argumenta después de insistir en que aumentar la producción "no tiene ningún sentido a la vista de los datos que ya son ampliamente transparentes y que nos llevan a concluir que nada justifica ese aumento".
El ministro saudí no avanza cuál será su posición en la próxima cita de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) el 5 de marzo, más allá de indicar que "iremos a la reunión con el espíritu abierto".
"Escucharemos las presentaciones de la secretaría de la OPEP. Las compararemos con las informaciones que tenemos y seguiremos las ideas más convincentes. Entonces, y sólo entonces, decidiremos", comenta.
Naïmi afirma que su país incrementará su capacidad de extracción de crudo hasta 12,5 millones de barriles diarios "de aquí a finales de 2009", un volumen que se mantendrá más tarde, "lo que significa que vamos a seguir contemplando alzas y perforar más pozos".
Señala que no se excluye subir por encima de esa cifra si fuera necesario, pero reitera que "la pregunta es cuál será la demanda".
Agrega que las diferentes proyecciones apuntan que "no hay verdaderamente justificación para añadir capacidad en el futuro".
Los justifica precisando que las proyecciones de consumo mundial en el horizonte del 2030 se han ido reduciendo de 130 millones de barriles diarios inicialmente a 106-108 millones en la actualidad.