El próximo 20 de mayo habrá un eclipse anular, en el que el Sol desaparecerá por unos momentos. Una situación no muy distinta sucedió ayer en Europa. Como en este fenómeno natural, los resultados de la subasta que celebró ayer el Tesoro italiano quedaron totalmente eclipsados en los mercados, que saborearon algo de calma tras varias jornadas de tensión gracias a las palabras del Banco Central Europeo (BCE). No importó que la emisión de Italia siguiera recogiendo la incertidumbre de los inversores, al tener que pagar el doble que hace un mes para financiarse.
El Tesoro italiano colocó un total de 11.000 millones de euros en letras a 3 y 12 meses, pero la factura de la emisión se encareció con respecto a la que celebró en marzo. Tanto que los intereses que pagó por ambos títulos duplicaron a los desembolsados el mes anterior, convirtiéndose en los más altos de las subastas celebradas en 2012.
La rentabilidad de las letras con vencimiento en julio ascendió al 1,249%, frente al 0,492% anterior. En el caso de las letras a un año, el coste medio se elevó hasta el 2,84%, mientras que en marzo el interés al que tuvo que hacer frente se quedó en el 1,405%. De hecho, es la primera vez que este rendimiento sube de una emisión a otra desde el pasado noviembre.
Es cierto que no hubo problemas por el lado de la demanda. Las peticiones de los inversores superaron los 12.120 millones de euros para las letras a 12 meses, de las que finalmente se emitieron 8.000 millones. Así, la demanda de estos títulos superó 1,5 veces la oferta, lo que batió las casi 1,4 veces del mes anterior.
En cuanto a la deuda a tres meses, este ratio quedó algo por debajo respecto a la última subasta -1,8 veces ante las 2,2 veces previas-, aunque los 3.000 millones que se captaron estuvieron ampliamente respaldados por los 5.440 millones demandados.
¿Se repetirá la historia?
Estas peticiones no quitaron el sabor amargo que dejó los altos precios que tuvo que aceptar el Tesoro italiano. "La subasta italiana ha sido bastante negativa", califica Daniel Pingarrón, estratega de mercados de IG Markets, que añade: "Sin duda, es reveladora de a lo que se enfrenta el Tesoro español la próxima semana".
El martes, el Tesoro español subastará letras a 12 y 18 meses, sin que aún haya precisado su objetivo de financiación. Seguirá su calendario el jueves, con una emisión de obligaciones. Lo que más preocupa ahora es si España deberá afrontar en estas dos colocaciones, como le sucedió ayer a Italia, una subida importante en sus costes de financiación. "Las subastas españolas de la próxima semana registrarán sin duda un fuerte aumento de la rentabilidad, toda vez que la prima de riesgo ha subido cerca de 100 puntos desde marzo. El verdadero test va a estar en la demanda", considera el analista.
No sólo la prima es mayor. El interés del bono a dos años también se ha elevado casi un punto porcentual en los mercados desde la última subasta, del 2,34 al 3,3%. Esto complica las cosas al Tesoro, que, sin embargo, en marzo pagó los menores intereses en casi dos años. Por los títulos a 12 meses sólo tuvo que desembolsar un 1,418%, similar al interés que pagó Italia en marzo por la deuda del mismo vencimiento -y cuyo precio se duplicó ayer-. Al mismo tiempo, las letras a 18 meses tuvieron un coste del 1,711%.