Los inversores lo tienen claro: la batalla de la crisis soberana en la Eurozona se libra ahora en España, sobre todo, e Italia. Hoy la atención del mercado se mantiene y, aunque la prima de riesgo de la deuda española a 10 años baja ligeramente, todavía se mantiene sobre los 360 puntos, en máximos desde enero.
La cita que hoy tiene el Gobierno, la presentación de los Presupuestos de 2012, lleva mucho tiempo marcada en rojo en las agendas, puesto que resultará determinante para evaluar la verdadera capacidad que tiene España para cumplir el objetivo de déficit público y para calibrar la profundidad que puede alcanzar la recesión.
La deuda española esperará el parto presupuestario en el momento más tenso desde comienzos de 2012. Ayer, desde luego, el aperitivo fue caliente, y hoy no es menos. Hoy la rentabilidad de los bonos españoles a 10 años baja al 5,399%, mientras que su homólogo germano repunta ligeramente y presenta una rendimiento del 1,814%. De esta forma, la prima de riesgo española, medida por la diferencia entre los bonos españoles y el bund alemán, se sitúa en los 363 puntos básicos, por debajo de los 365 puntos a los que cerró ayer, que fue su nivel más alto desde enero.
Estas cifras confirman que el foco de la tensión se fija con claridad en España. "Inquietante la calma tensa del mercado a la espera de conocer el nuevo presupuesto para 2012 en España", asegura José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi en España, para explicar el comportamiento protagonizado ayer por la deuda.
"Los mercados han estado muy pendientes de Portugal, Irlanda y sobre todo Grecia. Una vez que el tema de Grecia ha pasado a un segundo plano tras la quita, la atención se ha centrado en España", asegura Soledad Pellón, de IG Markets. Y añade: "Esa atención se centra en un país con un desempleo creciente que supera ya el 20%, un déficit que iba a ser del 6% y al final fue del 8,5%, un Gobierno que hace una reforma laboral y a los tres meses recibe una huelga general y una demora en la presentación de los presupuestos del Estado que crea cierto desconcierto por parte de los mercados".
Agridulce subasta en Italia
Pero el aumento del rendimiento de los bonos y de la prima española no sólo respondió a motivos propios; también hubo una dosis de contagio, que procedió principalmente de Italia y de Grecia.
Las pérdidas del banco transalpino Monte dei Paschi di Siena, que alcanzaron los 4.685 millones de euros en 2011, reactivaron las dudas en torno a Italia. Esas sospechas se nutrieron igualmente de la agridulce sensación que arrojó la subasta de deuda a largo plazo que ejecutó el Tesoro italiano. Aunque captó 8.000 millones, muy cerca del objetivo máximo de 8.250 millones, y la emisión se vio respaldada por una alta demanda, el resultado no convenció.
La decepción provino de la rentabilidad que pagó, que fue inferior a la de anteriores subastas, pero superior al rendimiento vigente en el mercado. En concreto, Italia adjudicó dos referencias a cinco años, que se subastaron al 4,18% y al 4,6%, cuando en el mercado el rendimiento se situaba en el 4,24%. Y también colocó títulos a 10 años al 5,24%, cuando en ese momento la rentabilidad se encontraba en el 5,10%. Tras la subasta, el rendimiento de los bonos italianos a 10 años repuntó al 5,21%; la prima de riesgo, a los 340 puntos básicos; y el seguro contra el impago italiano, a los 397 puntos.
En cuanto a Grecia, la agencia de calificación Standard & Poor's recordó que el canje de su deuda no ha resuelto los problemas. Moritz Kraemer, responsable de rating soberanos de la agencia, avisó de que Atenas está abocada a una segunda reestructuración de su deuda.