La inversión en uno de los activos refugio más en boga permitió a los fondos de renta fija pública de EEUU amasar jugosas rentabilidades que incluso han llegado a superar el 10 por ciento en algunos ejercicios; pero los inversores han empezado a recoger
beneficios en este tipo de deuda provocando que los fondos que invierten en estas emisiones se sitúen en terrero negativo en 2012
Algunos gestores llevan tiempo avisándolo. "El bono americano es el activo más caro del mundo", afirmaba hace unas semanas Juan Manuel Mazo, gestor de Abante. "No recomendamos invertir en bonos americanos, ya que sólo tienen sentido si la gente se preocupa en exceso por Europa y ese no es nuestro escenario", reconocía Johana Shatney, de la gestora Schroders. Pero poco han podido hacer los gestores especializados en fondos de deuda americana para sortear el declive del bono americano a diez años como activo refugio.
Según los datos de Morningstar, sólo en el último mes han perdido de media un 1,34% o, lo que es lo mismo, la mitad de todo lo que retroceden en el conjunto del año (un 2,40%). Una cifra que contrasta con el buen comportamiento que han presentado estos productos en los últimos años (en 2008 ganaron un 13% de media y el año pasado, un 11,8%) gracias a las dos fuentes de rentabilidad de las que se benefician: la percepción del TNote como activo refugio y, por tanto, destino para evitar el impacto de la crisis de deuda de la eurozona en la cartera, y la revalorización del dólar, divisa a la que tienen exposición la mayoría de productos. Ahora todos están en negativo en el año siendo los peor parados los que invierten en la deuda a más largo plazo. Es el caso de Generali US Bond o KBC Renta DollarRenta, que acumulan pérdidas del 4% en 2012 y cuya duración media de los bonos que tienen en cartera excede de los cinco años.
Pero las caídas de unos se convierten siempre en las ganancias de otros. Y este caso no iba a ser diferente. Basta con ver el comportamiento que están teniendo los fondos cotizados que replican el comportamiento del bono americano a diez años, pero a la baja. Es decir, ganan cuando sube la rentabilidad de éste y cae el precio. El que más se aprovecha del fin del rally de la deuda americana es PowerShares DB 3X Sht 25+Yr Tresaury, triplemente apalancado (gana el triple de lo que pierde la deuda), que suma un 23% en 2012.