Tras la fiesta bursátil de la semana pasada en la que el Dow Jones y el S&P 500 batieron las cotas de los 13.250 y los 1.400 puntos respectivamente, sobrevino la resaca en los parqués en forma de importantes correcciones durante esta última semana.
Una tónica que se unió al sabor agridulce que arrojaron las referencias macroeconómicas del otro lado del Atlántico. Por un lado el dato publicado el martes sobre viviendas iniciadas fue peor de lo previsto, 698.000 frente a las 700.000 que esperaba el mercado. Por otro, las peticiones semanales de subsidios de desempleo arrojaron una lectura positiva al ser el número de demandas de 348.000 frente a las 350.000 previstas.
La confluencia de la evolución bursátil y las referencias economicas se trasladó al ánimo de los inversores en el que los alcistas o toros perdieron parte de su bravura respecto a la semana pasada al reducirse su porcentaje sobre el total del 46 al 42 por ciento. Mientras que los osos, o inversores bajistas, se mantuvieron practicamente igual respecto a la semana precedente entre el 27 y el 28 por ciento.
Sentimiento 'maniqueo'
En el mercado español una semana más resultó llamativo que frente a la lateralidad que manifiestan los selectivos españoles en su evolución, continúa el menoscabo de los analistas neutrales (aquellos expertos que deciden mantener sin cambios las valoraciones del selctivo). Una semana más, y ya van nueve, su porcentaje se redujo en esta ocasión del 41 al 37 por ciento.
A la par que se reduce el peso de los analistas que mantienen precios objetivos, crece el maniqueismo en el Sentimiento de Mercado. De esta manera, el peso de los bajistas en la bolsa española sube desde el 32 hasta el 34 por ciento a la par que los alcistas no le hacen la zaga y tambien crecen en dos puntos porcentuales respecto a la semana pasada. En concreto, su ponderación crece desde el 27 hasta el 29 por ciento. La corrección del Ibex amplía el potencial de este índice que cierra en la semana en un 17 por ciento frente al 16,7 de la anterior.