No es lo habitual. El hecho de que el Dax alemán, mercado refugio donde los haya, se convirtiera ayer en el peor índice de Europa al caer un 1,39% fue sólo una excepción motivada por los malos augurios en cuanto a la demanda de coches que realizó ayer la asociación de fabricantes de automóviles de China. Esto provocó un fuerte desplome del sector en Europa (cedió un 3,8% de media), uno de los que más presencia tiene en la economía alemana y también en su índice bursátil.
El resto de índices optó por acompañar al germano y también acabaron la sesión con caídas que oscilaron entre el 1,32% del Cac y el 0,28% hasta los 8.567 puntos del Ibex 35, que volvió a ser el mejor de Europa y aguantó en positivo en el conjunto del año.
Pero las caídas de los últimos días no se han traducido aún en un cambio de perspectiva por parte de los inversores. Cada vez son más optimistas con respecto a la economía -el 28% de los gestores encuestados por Bank of America Merrill Lynch creen que mejorará en los próximos doce meses-. Y quizá por ello crecen también los que creen que no habrá más QE ni en EEUU ni en Europa.