
El 10 de marzo de 2000 el Nasdaq Composite conquistó nuevos horizontes. Ese día, el principal referente del sector tecnológico marcó su precio más alto desde su creación en 1971 al cerrar en los 5.048 puntos. Una cota que tan sólo era el reflejo de lo que ocurría en la economía mundial, en la que Internet era la gran estrella y en la que cada día aparecían más empresas al calor de las nuevas tecnologías.
Poco parecían importar los altos precios que se pagaban por estar en tales cotizadas ni el hecho de que los beneficios sólo fueran un espejismo de futuro. Por entonces, la factura de invertir en el Nasdaq era cara, el PER -número de veces que el beneficio está recogido en el precio de la acción- que se pagaba era de 80 o, incluso, 100 veces en 2001.
Doce años después, la fotografía es bien distinta. Los continuos vaivenes de las bolsas han impedido al Nasdaq Composite superar, hasta el martes, la barrera de los 3.000 puntos. La diferencia con la época de la burbuja es que ahora la relación precio-beneficio se ha visto favorecida, ya que el Nasdaq cotiza a un PER de 15 veces, es decir, un 85% más barato.
Sinónimo de éxito
Triunfar. Ése era el objetivo de todo inversor en aquel entonces que depositaba su confianza en los valores relacionados con el mundo de la Red. Todo el mundo quería enriquecerse con Internet, y pocos indicios hacían presagiar los nubarrones que se avecinaban.
De hecho, ese mismo día, el 10 de marzo de 2000, el principal referente del sector tecnológico también firmó su declive. El pinchazo de la burbuja tecnológica puso en evidencia que las esperanzas en este sector estaban alimentadas por la ilusión, ya que las ganancias de muchas de estas compañías nunca llegaron, algunas se declararon en quiebra y otras simplemente desaparecieron. De hecho, sólo ese año 240 empresas fueron suprimidas al caer el valor de su acción por debajo de un dólar durante 30 días.
Las siguientes víctimas fueron desapareciendo en los siguientes cinco años, cuando se eliminaron casi 5.000 valores relacionados con el mundo de Internet tanto por fusiones como por suspensiones de pagos. Doce años después de aquella exuberancia la realidad del sector es diferente.
La composición de este índice no ha sido lo único que ha cambiado a lo largo del tiempo, la factura a pagar por sus miembros también se ha abaratado considerablemente.
Adiós a los 'superprecios'
Sólo un dato. Invertir ahora en Apple (AAPL.NQ) es un 98% más barato que en el año 2000, ya que su PER ha pasado de las 672 a las 13 veces en la actualidad. Quizás su capacidad para generar un beneficio de 600 millones de dólares por entonces ya era suficiente atractivo para seducir a los inversores, sin embargo doce años después se espera que supere los 40.000 millones de dólares al cierre del ejercicio.
Sus sólidos fundamentales siguen enamorando a los analistas, que recomiendan la compra de sus títulos. Sin embargo, la evolución en el precio de Apple es sólo un ejemplo de los múltiples que existen.
Entre los grandes del Nasdaq Composite se encuentra también Oracle (ORCL.NQ). El fabricante estadounidense de software que se ha abaratado un 82% por PER desde el año 2000. Su reciente acuerdo para adquirir el proveedor de servicios al consumidor en la nube, RightNow, no resulta un impedimento para registrar ganancias este año.
En concreto, se espera que el grupo aumente su beneficio neto un 7,7% a cierre de 2012, respecto al año anterior. El tiempo ha demostrado que Internet sí es una gran revolución tanto económica como global, pero no sólo de tecnología vive el Nasdaq.
Poco hacía presagiar hace doce años que Starbucks (SBUX.NQ), un valor que poco tiene que ver con la tecnología, crearía su propia máquina de capsulas de café, un sistema que por entonces ni existía. El inversor que en su día decidió comprar sus títulos lo hizo un 90% más caro de lo que puede hacerlo en la actualidad.
Sus acciones, que cuentan con una clara recomendación de compra, se han revalorizado más de un 14% en lo que va de año, hasta los 52 dólares. Sin embargo, los expertos consideran que aún no ha agotado su recorrido, ya que sus títulos pueden alcanzar los 55 dólares.
Vodafone o Ebay, Qualqomm o Biogen también reúnen las "tres b", son más buenas bonitas y baratas que hace doce años.