Calma chicha en Wall Street. Cualquiera que consultase el comportamiento del VIX, el índice que mide la percepción de riesgo de los inversores en EEUU -y, por tanto, la volatilidad- llegaba en el intradía a perder los 14 puntos.
Para encontrar la anterior vez que el indicador registró una marca más baja a lo largo de una sesión es necesario retroceder casi cinco años en el tiempo, pues no cotizaba por debajo de esa marca concretamente desde el 20 de junio de 2007. Después de este mínimo el indicador remontó hasta rozar los 16 puntos, un nivel que remite a la primera semana de julio de 2011. Por su parte, el VDAX, indicador homólogo del VIX en Europa, retrocedió hasta niveles del 27 de julio de 2001, en 18,4 puntos.
¿Indicios de algo más?
La caída de la volatilidad hasta niveles previos no sólo a la quiebra de Lehman Brothers, sino al estallido de la burbuja subprime, da indicios de un paralelismo inquietante de cómo se comportaban los parqués norteamericanos hace cinco años respecto a cómo están ahora. En junio de 2007, el S&P500 acumulaba una rentabilidad en torno al 8,3% desde el comienzo del año, y cotizaba por encima de los 1.500 puntos. Aunque ahora el índice se mueva cerca de los 1.400 puntos (ayer cerró en los 1.395,96 puntos), las alzas desde el 1 de enero, en este contexto de baja volatilidad, rozan el 10%. Con el Dow Jones sucede algo similar: si en junio de 2007 subía un 9,3%, superando los 13.600 puntos, ahora el índice ha vuelto a superar la barrera de los 13.000 puntos con una rentabilidad del 7% en 2012.