Bolsa, mercados y cotizaciones

El Nasdaq Composite vuelve al nivel que alcanzó en la burbuja tecnológica

Las fuertes subidas que registraron los índices bursátiles en la sesión de ayer -de entre el 1,07% del inglés Ftse 100 al 2,40% que se anotó el Ibex 35- volvieron a demostrar que los inversores aprovechan las caídas de un día para comprar al día siguiente. Ayer, además, tuvieron dos excusas en forma de datos macro. En Alemania se conoció un dato de sentimiento del inversor mucho mejor de lo esperado (marcó su nivel más alto desde junio de 2010) y en EEUU se publicó un dato de ventas minoristas de febrero que también sorprendió positivamente.

Ambas referencias sirvieron primero para que los mercados del Viejo Continente respondieran con fuertes alzas, en todos los casos superiores al 1%, lo que eleva por encima del 10% la revalorización que muchos de ellos acumulan ya en el año; y después para que los tres principales índices de Wall Street marcaran nuevos máximos anuales. De hecho, el Nasdaq superó los 3.000 puntos por primera vez desde la burbuja del 2000 con una gran diferencia, en aquel momento se pagaban 80-100 veces de PER, ahora 15 veces, el S&P500 marcó su nivel más alto desde junio de 2008 y el Dow Jones conquistó máximos desde 2007 al superar los 13.000 puntos.

La gran duda es ahora ¿seguirá manteniéndose el rally a corto plazo? Desde J.P.Morgan AM se muestran algo excépticos y consideran que a corto plazo el mercado puede enfrentarse a una corrección de entre el 6 y el 8% ya que "las valoraciones se han ajustado y cualquier noticia puede justificar una corrección", afirma Manuel Arroyo, director de estrategia de la gestora en España. Una idea en la que coinciden también desde Saxo Bank ya que pronostican que las bolsas cerrarán el semestre con caídas del 15%.

Sin embargo, de momento el único mercado que corrige es el de bonos. La cierta relajación en torno a la crisis griega se notó ayer en la cotización del bono alemán, cuya rentabilidad, que sube cuando cae el precio, repuntó hasta el 1,82%. En la otra cara de la moneda estuvieron los bonos periféricos, que disfrutaron de una caída en la rentabilidad de su deuda. Con una excepción: el rendimiento del español a diez años escaló hasta el 5,18%, lo que dejó su prima de riesgo en los 331 puntos.

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