Pamplona, 3 jul (EFECOM).- Caja Navarra abrió en su su sede central de Pamplona una oficina piloto "de tercera generación", concebida como espacio para romper las "barreras mentales" en la relación con los clientes y en las que los empleados no tienen puestos fijos.
Este tipo de oficinas se implantará progresivamente en las sucursales de la entidad en toda España y las próximas aperturas en Madrid, Barcelona y Comunidad Autónoma Vasca responderán ya a este concepto innovador.
La oficina de tercera generación, presentada hoy a los medios de comunicación, mantiene la estética de Caja Navarra, con paredes y techos blancos, muebles negros y suelo rojo, y carece de despachos cerrados, así como de mostrador blindado.
Además, los empleados de la entidad no tienen puestos fijos, ya que los espacios de relación con el cliente son intercambiables y disponen de facilidades ofimáticas y de conectividad para que cualquier trabajador o cliente pueda conectar su portátil.
Este tipo de oficinas de Caja Navarra cuenta asimismo con espacios específicos para los clientes, como una zona de lectura, con prensa económica, prensa general y una pequeña biblioteca especializada, así como una zona de café y refrescos.
También se pone a disposición del cliente una zona de internet, con varios puestos conectados a la red y diversos servicios informáticos, como la posibilidad de establecer videoconferencias, tratamiento fotográfico, descargas musicales, chat y juegos.
La oficina de tercera generación cuenta además con un "Rincón Magus", con libros infantiles, zona de pinturas, piscina de pelotas y otros entretenimientos para los niños, y con una zona "Tú eliges, tú decides", con una pantalla táctil para que los clientes encuentren el proyecto social al que destinar parte de los beneficios obtenidos en su relación con la entidad.
La previsión de Caja Navarra es abrir este año veinte oficinas de tercera generación que, según afirmó el subdirector general del Area de Particulares de la entidad, Jesús Pejenaute, pretenden que "el cliente no nos vea como meros vendedores".
Pejenaute declaró que, en las entidades financieras, generalmente "de lo que decimos a lo que hacemos, suele haber un trecho, y eso crea frustración", por lo que en Caja Navarra se ha apostado por un modelo en el que "intentamos llevar a la práctica la realidad de que el cliente está en el centro de nuestra organización".
Se trata, destacó Pejenaute, de "una oficina totalmente transparente, donde el cliente nos va diciendo qué quiere que nosotros hagamos para ser atendido y satisfecho".
Por ese motivo, explicó, en Caja Navarra el cliente podrá solicitar en cualquier momento ser atendido en este área por un empleado o bien podrá citarse con sus propios clientes y utilizar uno de los espacios habilitados en la oficina, con lo que "nos convertimos en un punto de referencia de su vida económica y social". EFECOM
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