Juan de Andrés-Gayón es el presidente del Grupo Nostrum, la compañía de marketing y publicidad que saltó al MAB para expandirse por Latinoamérica. Presente en España, Portugal, Chile, Colombia, Argentina, EEUU, México y Panamá, Nostrum quiere más.
Siempre ha dicho que el sector publicitario es un indicador adelantado de la crisis. ¿Cómo marcha?
Al sector todavía le queda un periodo largo complicado. La publicidad (como la economía) atraviesa un momento de presupuestos restrictivos y poca confianza con el futuro... Nosotros, en España, estamos contentos, porque mantenemos nuestro volumen e incluso crecemos un poco gracias a la oferta variada de servicios. En el extranjero, el crecimiento es importante.
Nostrum cae un 29% desde su debut en noviembre de 2010. ¿Cuál es su balance en el MAB?
Es un mercado de liquidez limitada donde movimientos muy pequeños pueden hacer bajar la acción de forma no del todo muy realista. Estamos contentos con estar en el mercado, porque fue importante para obtener fondos y crecer en Latinoamérica. Veremos en las cotizaciones movimientos al alza importantes en 2012, porque el mercado está esperando los resultados, que son buenos, y el plan de crecimiento de este año será muy fuerte.
La compra del Grupo Ñ les abrió las puertas a varios países. ¿Contemplan nuevas aperturas?
Estamos a punto de abrir en Brasil aunque queríamos haberlo hecho ya en 2011, pero los procesos burocráticos son allí demasiado lentos y complicados. En Perú la idea era comprar una compañía, pero tuvimos que parar a principios de diciembre el proceso de adquisición por tema de tiempo, aunque lo retomaremos este mes.
¿Por qué cree que se tiene la idea de que el MAB no funciona?
No entiendo la visión negativa con respecto al MAB porque sí que funciona, pero hay que darle tiempo. Las dudas quizá se fundamentan en que alguna de las primeras compañías publicaron expectativas demasiado ambiciosas que no cumplieron. Al MAB le piden cosas insensatas porque son compañías de un tamaño limitado, tienen un proyecto de expansión fuerte y lo lógico es que capten nuevos accionistas con visión a medio plazo.
¿Qué puede ayudarle?
Lo que ha movido a otros mercados, como el AIM o el Alternext, es la existencia de fondos especializados en pymes, todavía raros en España. Además, ojalá que el Gobierno se plantee beneficios fiscales para invertir en el MAB porque sólo alcanzará un volumen grande si hay un gran porcentaje de institucionales. Las empresas también tenemos que hacer los deberes: dedicar más tiempo a visitar a accionistas y potenciales accionistas y gastar más en análisis. En este sentido, el MAB hace una gran labor al ofertar que una casa de análisis realice la cobertura y emita informes a precios razonables.