Bolsa, mercados y cotizaciones

Las pérdidas se imponen en las bolsas

La incertidumbre sobre la capacidad de Grecia para completar su reestructuración, junto a los datos que auguran un enfriamiento en el crecimiento de la economía global, han sido los ingredientes suficientes para que los bajistas se apoderen de la renta variable europea. Aunque ningún parqué ha escapado de las pérdidas, el español y el italiano han sido los más perjudicados.

El desenlace llegó. No habrá una quiebra desordenada griega. Un feliz final que no desató la euforia entre los inversores, pese a que el Ministerio de Finanzas del país heleno anunciara que la participación del canje ascenderá al final hasta el 97,5 por ciento después de que recibiera la aprobación para activar las cláusulas de acción colectiva (CAC), que obligan a los tenedores de bonos regidos por la ley griega a aceptar forzosamente el canje. Una acción que llevó a la agencia de calificación Fitch a cumplir su amenaza de rebajar la nota de Grecia a default -desde C- si el canje de bonos con los acreedores se implementaba. Sin una tendencia clara, ayer las bolsas europeas se decantaron por las compras moderadas -salvo la española y la italiana- apoyadas en las buenas referencias macroeconómicas publicadas al otro lado del charco. Sin embargo, los bajistas se impusieron a los alcistas en el cómputo semanal. El Ibex 35 fue el más perjudicado, con unas pérdidas semanales del 3,28 por ciento, siendo el único indicador de Europa en terreno negativo en lo que va de año.

La semana ya empezó con pesimismo después de conocer el enfriamiento de la economía china. El anuncio oficial por parte de las autoridades del país de que crecerá a un ritmo inferior en 2012 al de los últimos siete años, periodo en el que creció a tasas superiores al 8 por ciento, fue suficiente para infundir el temor entre los inversores. Pese a las caídas generalizadas en Europa, ese día el Ibex 35 logró mantener el soporte de los 8.400 puntos.

No sucedió lo mismo el martes, jornada en la que el zarpazo de los osos llevó al principal índice español a registrar su mayor caída desde noviembre -con la mitad de sus miembros en mínimos-, hasta cerrar por debajo de los 8.200 puntos. A la incertidumbre sobre la capacidad de Grecia para completar su reestructuración se unió la contracción de un 0,3 por ciento en el Producto Interior Bruto (PIB) de la zona euro en el cuarto trimestre. Ingredientes que propiciaron pérdidas del 3 por ciento en todos los parqués europeos.

Después de algunas sesiones de dudas, los alcistas volvieron a hacer acto de presencia el mismo día en el que Mario Draghi, actual presidente del Banco Central Europeo (BCE), aparcara una rebaja de los tipos de interés para mantenerlos en el 1 por ciento. De ahí que los continuos vaivenes en la renta variable se saldaran con pérdidas semanales en todas las bolsas europeas. Junto a la española, la segunda más perjudicada fue la italiana, que perdió un 2,5 por ciento. La bolsa alemana cedió un 0,59 por ciento, mientras que la inglesa y francesa se anotaron descensos en torno al 0,4 por ciento.

En EEUU, el dato de paro publicado el viernes fue mejor de lo esperado, pero insuficiente para provocar subidas consistentes en los mercados europeos. En Wall Street, el Dow Jones fue el único que registró pérdidas semanales tras ceder un 0,19 por ciento. Por su parte, el Nasdaq y el S&P 500 se anotaron ganancias en torno al 0,3 por ciento.

Más dudas sobre España

Con la incertidumbre sobre el canje de la deuda griega como trasfondo, la deuda pública ha mantenido su protagonismo. Y se ha confirmado que los inversores ven con peores ojos a España, una sensación alimentada por los recelos que envuelven a la capacidad del Gobierno para reducir el déficit público. En la última semana, la rentabilidad de los bonos españoles a 10 años subió del 4,90 al 5 por ciento. A su vez, la prima de riesgo española, medida por la diferencia entre la rentabilidad de los bonos españoles y alemanes a 10 años, se amplió hasta los 320 puntos básicos. Por el contrario, Italia sigue mejorando su posición en los mercados. El rendimiento de sus bonos se moderó del 4,91 al 4,83 por ciento, con lo que se encuentra en mínimos desde junio. En cuanto al diferencial italiano, ha descendido de los 311 a los 304 puntos básicos y acumula ya 10 semanas consecutivas de caídas; o lo que es lo mismo, ha bajado en todas las semanas de 2012.

En las divisas, la incertidumbre que aún envuelve a la crisis soberana y los buenos datos de empleo han debilitado la marcha del euro. La divisa europea se ha depreciado un 0,7 por ciento contra el billete verde, hasta los 1,311 dólares.

En las materias primas, el petróleo sigue sin dar su brazo a torcer. El barril Brent, de referencia en Europa, se ha revalorizado un 1,8 por ciento en la semana, hasta los 125,7 dólares. Este precio, combinado con la caída de la moneda única, provoca que el Brent se encuentre en máximos históricos en euros. El viernes elevó su récord hasta los 95,9 euros por barril.

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