La incertidumbre sobre la capacidad de Grecia para completar su plan de reestructuración de deuda con los acreedores privados antes de la fecha límite del jueves volvió a golpear a la renta variable europea.
Todas las plazas del Viejo Continente, sin excepción, registraron caídas en torno al 3 por ciento, después de que la patronal bancaria global (IIF) -organismo, que representa al sector privado en las negociaciones con Atenas sobre la quita- calculara que una quiebra desordenada del país heleno causaría daños de un billón de euros y, además, forzaría el rescate de España e Italia. Así, la presión bajista llevó al Ibex 35 a perder su soporte de los 8.400 puntos, después de registrar su mayor caída del año con un descenso del 3,48 por ciento, hasta los 8.166 puntos. Su mayor caída desde noviembre, que le sitúa como el único índice europeo, junto a Portugal, en terreno negativo en lo que va de año.
Una jornada más, los descensos tuvieron continuidad en el principal selectivo español. Una recogida de beneficios que "aunque ponen en peligro la fuerte tendencia alcista iniciada en diciembre, pensamos que no deja de ser eso, una simple recogida de beneficios que los inversores deberían aprovechar para buscar soportes más abajo que justifiquen una nueva entrada de capitales a los activos de riesgo", señala Miguel Ángel Paz, de Unicorp. "Correcciones entre un 3 y un 5 por ciento deberían servir para ver precios más atractivos que generen un nuevo tramo al alza y corrijan la sobreventa tan fuerte que avisábamos hace unas semanas", añade el experto.
Pero, además, la fuerte corrección que experimentó el Ibex 35, la segunda mayor de Europa, conlleva una importante connotación negativa por análisis técnico, como es la pérdida del soporte decreciente que representaban los 8.400 puntos, que el principal selectivo español había logrado salvar hasta en dos ocasiones con anterioridad. Tras la pérdida de los 8.400 puntos, los analistas consultados por elEconomista establecen la nueva sujeción del Ibex 35 en torno a los 8.100 y los 8.150 puntos. Un nivel del que cerró cerca ayer, después de la fuerte caída que sufrieron la gran mayoría de sus miembros.
Una pérdida que llevó ayer a los expertos de Ecotrader -el portal de inversión de elEconomista- a reducir la exposición de su cartera a la renta variable para evitar lo que podría acabar siendo una corrección más intensa y profunda.
Pocos valores se salvaron de los números rojos. De hecho, la mitad de los miembros del Ibex 35 alcanzaron su precio más bajo en lo que va de año. Entre los valores que registraron un peor comportamiento se encontraron Sacyr, Gamesa, Abengoa y CaixaBank, todos se anotaron pérdidas superiores al 6 por ciento. En el lado opuesto, los valores que mejor aguantaron el zarpazo de los osos fueron BME y Bankia, ambos con descensos de casi el 1 por ciento.
Francia, la más castigada
En el pesimismo que mostraron ayer los inversores a través de sus ventas, el futuro de Grecia no fue el único motivo de preocupación. La contracción de un 0,3 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) de la zona euro en el cuarto trimestre, tan sólo un día después de que China publicara sus perspectivas de crecimiento, volvió a revivir el fantasma de la recesión. Aunque el dato definitivo se conocerá en abril, ambos ingredientes fueron suficientes para llevar a la mayoría de bolsas europeas a registrar pérdidas cercanas al 3 por ciento, el mayor descenso en el año en el caso de la bolsa francesa, alemana e inglesa. No obstante, las correcciones no impidieron que, salvo en España y Portugal, los índices europeos aguantaran en positivo en lo que va de año.
La bolsa más perjudicada ante la oleada de ventas fue la francesa, que registró una caída del 3,58 por ciento, la mayor desde el pasado 1 de noviembre. Pese a todo, el Cac 40 se ha revalorizado más de un 6 por ciento en 2012. Avanza más aún en lo que va de año la bolsa alemana, que ayer cedió un 3,4 por ciento. En el lado opuesto, la bolsa inglesa fue la menos vapuleada por los bajistas, ya que sus pérdidas no llegaron al 2 por ciento.
Preocupación en EEUU
Las dudas sobre el crecimiento de la economía global y la incertidumbre sobre el devenir de Europa también cruzaron el charco. Los bajistas desembarcaron en Wall Street provando que los principales índices americanos se sumaran a los números rojos.