Quid pro quo, lo uno por lo otro significa esta máxima latina. Ésa es la conclusión que parecen haber sacado los bancos de inversión españoles en una semana que ha estado fuertemente marcada por la intervención del Banco Central Europeo (BCE), que por segunda vez en su historia prestó dinero de forma ilimitada (530.000 millones de euros) a más de 800 bancos del Viejo Continente con un tipo de interés próximo al 1 por ciento y vencimiento a tres años.
El Ibex apenas ha notado el tirón alcista, pues en la semana sólo ha avanzado un 0,42 por ciento, lo que le sigue proporcionando un potencial alcista ponderado en torno al 15 por ciento.
Entretanto, la última revisión del Sentimiento del Mercado revela que los analistas siguen tomando partido, eso sí, de una forma muy tibia. La proporción de revisiones a la baja repuntó por tercera semana consecutiva, hasta el 30 por ciento, mientras que las revisiones alcistas sobre las valoraciones del selectivo avanzaron un nimio 0,15 por ciento (y ya encadenan ocho semanas de remontada).
La Fed recuerda la realidad de EEUU
La euforia en torno a la economía de EEUU encontró esta semana un gran escollo. Ben Bernake, presidente de la Reserva Federal (Fed), aminoró el optimismo al asegurar que el ritmo de la recuperación económica es "modesto e incierto". Estas palabras se produjeron un día después de que el Dow Jones consiguiera cerrar por encima de los 13.000 puntos, tras más de tres ejercicios sin alcanzarlos, y el Nasdaq Composite rozase los 3.000, niveles que remiten al año 2000.
Los inversores de Wall Street no parecen haberse contagiado de la prudencia del presidente de la Fed. O al menos por el momento. En una semana en la que la primera economía del mundo ha publicado unos datos macroeconómicos mixtos, los alcistas han repuntado apenas un punto porcentual: Justamente lo que pierden los bajistas, que según los datos de la última encuesta realizada por la Asociación Americana de Inversores Individuales (AAII) se sitúan ahora cerca del 27 por ciento.