No era tarea sencilla la de mantener el beneficio en un contexto de crisis económica y bursátil, y con una restricción en la operativa a corto plazo, que se traduce en una caída de la liquidez y, por tanto, del volumen de negocio. Pero Bolsas y Mercados Españoles (BME) ha conseguido sortear ambos obstáculos y cerró 2011 con un beneficio neto de 155,1 millones de euros, un 0,6% superior al de un año antes, pese la caída del 2,3% que registró su beneficio en el último trimestre, como consecuencia de "los descensos en los volúmenes de contratación de renta variable y derivados por la imposición de la restricción de operativa sobre cortos".
De hecho, en 2011, el volumen de derivados cayó un 3,8% y los ingresos en renta variable lo hicieron un 3,4%. BME aprovechó la publicación de resultados para anunciar que propondrá a la junta general la aprobación de un dividendo extraordinario de 0,37 euros brutos por título, que le permitiría mantener su dividendo anual en los 1,97 euros, lo que supone una rentabilidad a precios actuales del 9,85%, la más elevada del mercado español, con permiso de Telefónica.