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Y ahora, ¿a prestar? Draghi riega la banca con más de medio billón de euros

La crisis lo está cambiando todo. Pedir ya no es un defecto. Y la virtud es dar, no negar. Que se lo pregunten si no a los bancos y al Banco Central Europeo (BCE), que ayer protagonizaron una operación sin precedentes en la historia de la eurozona. Los primeros pidieron 529.531 millones de euros al segundo, y éste, que desde 2008 mantiene el compromiso de proporcionarles tanto dinero como le soliciten, atendió su ruego al completo y les prestó esa cantidad por un plazo de tres años y a un interés muy asequible, que rondará el 1%. La institución ahora presidida por Mario Draghi nunca había afrontado una operación tan voluminosa; el pasado 21 de diciembre, fecha en la que ejecutó el primero de los dos préstamos a tres años ofrecidos a la banca, la inyección alcanzó los 489.200 millones -ver gráfico-.

El incremento registrado ayer se apoyó en el mayor número de entidades que acudió a la segunda superbarra libre de liquidez del BCE. Si hace dos meses se personaron 523 bancos, en esta ocasión lo hicieron 800. "Han participado muchos más bancos que en diciembre, posiblemente gracias a la reducción de las exigencias en los colaterales que pide la institución monetaria para prestar ese dinero", explica Marie Diron, de Ernst & Young Eurozone Forecast (EEF).

Entre los países beneficiados por esa política más permisiva del BCE figuró España, ya que fue una de las siete naciones, junto con Francia, Italia, Austria, Irlanda, Portugal y Chipre, que gozó de unas condiciones especiales para que sus entidades acudieran a la subasta. Como consecuencia, una quinta parte del montante total tuvo origen y destino español, porque fuentes del mercado aseguran que, en conjunto, las entidades españolas pidieron entre 100.000 y 110.000 millones -ver página 19-, por encima de los 80.000 millones de diciembre. Sumando esa cantidad a la de la banca italiana, también en problemas por la presencia de Italia en el grupo de los periféricos, en conjunto podrían haber acaparado en torno a un 50% de los 529.531 millones.

Objetivo: economía real

Al mismo tiempo, el incremento de la cantidad de entidades que acudió a la ventanilla del BCE deparó otra interpretación. "El número total sugiere que han participado muchos bancos pequeños, algo que podría ser interpretado de forma positiva por el BCE, especialmente con vistas a proporcionar financiación a la economía real", argumentan desde Barclays Capital.

Éste es, precisamente, el principal reto para las huestes de Draghi. "En última instancia, el éxito de la operación se juzgará por su capacidad para revertir el endurecimiento de las condiciones de concesión de préstamos que comenzó a finales de 2011", confirma Azad Zangana, economista europeo de Schroders. "Para que la operación sea realmente efectiva, necesitamos ver que los bancos canalizan esta liquidez extra hacia la economía real en forma de préstamos para las empresas y los hogares. Por ahora, no ha habido síntomas de que eso haya ocurrido", asegura Marie Diron.

Para revertir esta situación, la banca tendrá a disposición entre 310.000 y 320.000 millones nuevos, que es la cantidad neta que quedará en su poder tras la operación de ayer -en paralelo a la inyección, vencieron más de 200.000 millones en otro tipo de préstamos que el BCE había concedido antes a las entidades-. Este saldo neto arroja como resultado que "el superávit de liquidez crece aproximadamente de 500.000 a 800.000 millones de euros", precisa Barclays Capital.

Los expertos, sin embargo, dudan de que este dinero extra se traduzca en más préstamos. "Aunque la provisión de liquidez ayuda a contener los riesgos de los bancos europeos a corto plazo, no refuerza las líneas básicas de solvencia del sector y, en última instancia, las restricciones de financiación pueden retornar rápidamente", avisa Royal Bank of Scotland.

En este sentido, será esencial la evolución del dinero que la banca aparca en la facilidad de depósito del BCE, es decir, el recurso que el banco central les ofrece para que estacionen en ella su liquidez durante 24 horas. Tras la operación de diciembre, la facilidad ha recibido de media 468.000 millones al día -con un récord de 528.000 millones-, cuando su media histórica se limita a 36.300 millones. Si la cantidad sigue creciendo reflejará que los bancos siguen sin canalizar la liquidez a la economía real.

Síntomas de mejoría

A la espera de que se cumpla el propósito confesado por Draghi de que las operaciones a tres años sirvan para "apoyar la provisión de crédito a los hogares y las empresas", por el momento sí ha conseguido su segunda gran meta: evitar una crisis de crédito. "Los efectos positivos generados por la operación de diciembre en la sensación de riesgo del mercado son imposibles de subestimar", admite Nordea. La relajación vista en la deuda pública -sobre todo la italiana-, en el euribor o en los seguros de crédito de la banca constituyen las muestras más palpables de las mejorías que el préstamo de diciembre ha propiciado en los mercados -ver gráfico-.

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