El día amanece amargo para Prisa. La editora presentó ayer unos números rojos inesperados que le llevan a cosechar el peor resultado de su historia, con unas pérdidas que duplican el beneficio de su mejor ejercicio. La huída de inversores no se ha hecho esperar, lo que lleva a la compañía a cotizar en su mínimo histórico.
En el año 2006, Prisa cerró con un beneficio de 229 millones de euros, su mayor beneficio histórico. Cinco años después, la editora ha cerrado su ejercicio fiscal con unas pérdidas de 451 millones de euros. Según la empresa, esta caída de beneficios se produjo por el deterioro del negocio en España y Portugal, con una reducción de los ingresos publicitarios. En un entorno especialmente complicado, marcado por el ajuste de sus negocios en la península Ibérica, con un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afecta a 2.500 personas, Prisa no consiguió cumplir las expectativas del consenso de mercado.
Las previsiones de los bancos de inversión que siguen al valor estimaban un beneficio neto de 14 millones de euros, muy lejos de las pérdidas de 451 millones presentadas finalmente. Por su parte, los analistas que recoge Bloomberg esperaban un beneficio por acción de 0,051 euros, sin embargo, el cierre del ejercicio arrojó unas pérdidas de 0,02 euros por título.
Estos resultados han provocado una huída masiva de inversores, con el consiguiente desplome de sus acciones en los parqués, que supera el 11%, hasta igualar su cotización mínima desde su salida a bolsa, que se sitúa en 0,65 euros. Este es el último paso bajista de una empresa que llegó a cotizar, en el año de su salida a bolsa, a 29,25 euros por acción, título que hoy vale un 2,2% de su precio máximo.
A pesar de su caída en bolsa, la editora mantiene la confianza de los inversores y luce una recomendación de 'compra'. Uno de los analistas que siguen al valor, el Banco Sabadell, reitera su buena recomendación, que se fundamenta en parte, "en la buena evolución de las ventas de su editorial, Santillana, y el aumento de clientes de Digital+".