Todo llega. Tras siete meses de espera, las autoridades europeas aprobaron el lunes el nuevo tramo de ayuda al país heleno después de una tortuosa senda de negociaciones en la que el euro, la deuda soberana de la periferia y los títulos de las cotizadas europeas sufrieron de cerca sus consecuencias.
Sin embargo, la reacción de cada uno de estos mercados durante esta semana ante el desbloqueo del segundo rescate a Grecia ha sido muy dispar. Mientras la volatilidad se instaló en la renta variable europea, la moneda única alcanzó el viernes los 1,34 dólares en su cruce frente al dólar, lo que situó al euro en máximos de dos meses y medio. Entre las grandes bolsas europeas, sólo la española y la italiana -donde ayer la Comisión Nacional del Mercado de Valores italiana (Consob) levantó la prohibición a las posiciones cortas después de que Francia, Bélgica y España ya lo hicieran con anterioridad- acumularon pérdidas en el balance semanal. El Ibex 35 registró su tercera semana consecutiva de caídas, la racha bajista más larga desde noviembre, hasta anotarse una caída semanal del 1,5 por ciento.
El principal índice español fue incapaz de seguir la estela alcista del resto de los parqués del Viejo Continente que, lejos de celebrar con euforia el paso adelante en el devenir del país heleno, acumularon avances moderados que sólo han sido el reflejo de que el desbloqueo de la ayuda a Grecia estaba descontado. En esta ocasión, la bolsa alemana no fue la encargada de liderar las alzas en Europa, donde el Dax logró avanzar un tímido 0,24 por ciento en el cómputo de la semana. El papel de líder le correspondió a Francia, después de que el Cac 40 registrara un ascenso semanal del 0,8 por ciento.
Al otro lado del Atlántico, los buenos resultados empresariales que publicaron compañías tan importantes como Wall Mart, Home Depot o Caterpillar inyectaron alegría en los índices norteamericanos. No importó que el lunes Wall Street permaneciera cerrado por celebrarse en Estados Unidos el Día del Presidente, el Dow Jones tuvo tiempo suficiente para coquetear con el nivel de los 13.000 puntos, después de revalorizarse un 0,24 por ciento en el conjunto de la semana.
Pese a que el comportamiento de la renta variable americana fue mejor que el de la europea, la reacción en los inversores de renta fija fue distinta. La prima de riesgo española, que mide la diferencia entre la rentabilidad del bono español a diez años y el alemán, acumuló un descenso semanal del 5,02 por ciento, hasta cerrar el viernes en los 316 puntos básicos después de firmar siete jornadas consecutivas a la baja. El bono español, además, se sitúa ya en el 5,04 por ciento. Esta relajación en la deuda española sólo es un ejemplo del comportamiento que ha experimentado el resto de la deuda periférica, a excepción de Portugal. El diferencial luso se ha incrementado más de un 5 por ciento en la última semana, hasta los 108 puntos básicos, fruto de la preocupación creciente que despierta en el mercado.
El euro, en máximos del año
Otro de los protagonistas de la semana ha sido el euro. El acuerdo alcanzado para aprobar el segundo rescate a Grecia, los buenos datos económicos conocidos en Alemania y la expectativa de que el préstamo a tres años que el Banco Central Europeo (BCE) volverá a ser clave para reforzar la posición de los bancos europeos han dado alas a la moneda única.
En el conjunto de la semana, la divisa europea se ha apreciado un 2,4 por ciento contra la estadounidense, su mayor repunte semanal desde octubre de 2010, y ha escalado hasta los 1,346 dólares, su cambio más alto desde diciembre. Aún más fuerte se ha mostrado contra el yen japonés, contra el que acumula siete jornadas consecutivas de alzas. En este intervalo el euro se ha revalorizado un 6,1 por ciento, hasta los 108,8 yenes, su máximo desde noviembre.
Además, en el frente de las materias primas, el petróleo ha dado continuidad a su escalada. El barril Brent, de referencia en Europa, se ha anotado un avance semanal del 4,3 por ciento, hasta los 124,7 dólares, su cotización más alta desde mayo. En lo que va de año, el Brent ya se revaloriza un 16 por ciento. Aunque, sobre todo, lo más relevante es que ha marcado un nuevo máximo histórico en euros, puesto que el jueves llegó a escalar hasta los 93,6 euros, por encima del anterior récord, situado en los 93,1 euros desde 2008.