Podría haber sido mucho pero, una vez más, Wall Street y, más concretamente un buen dato de peticiones semanales de desempleo consiguió que los inversores se olvidaran de Moodys y pararan las ventas masivas de bancos que habían llevado a cabo durante las primeras horas de la sesión en las bolsas europeas.
Ventas matutinas que, por otro lado, parecían más que justificadas ya que Moody´s hizo honor al protagonismo que ha adquirido en esta semana y anunció que ponía en revisión o bajo vigilancia el rating de más de un centenar de entidades europeas (también revisó el de algunas americanas), entre ellas veintiuna españolas y veinticuatro italianas. Revisiones y amenazas que, según la agencia, reflejan las presiones combinadas del adverso y prologado efecto de la crisis de la eurozona y el deterioro de la solvencia de los emisores soberanos de la zona euro. Además, advirtió que la reciente rebaja de calificaciones de emisores soberanos tiene "implicaciones directas" para los ratings de bancos italianos, españoles y portugueses al considerar que "son vulnerables a la debilitada solvencia soberana" y cuentan, además, con una significativa exposición a esa deuda.
Quizá por ello las entidades españolas e italianas fueron las que se vieron más perjudicadas en el parqué. Una tónica que parece que se está repitiendo en lo que se refiere al conjunto del año ya que los bancos españoles son casi los únicos que cotizan ya en mínimos anuales (ver gráfico).
Aunque eso no quiere decir que la advertencia de Moody´s pasara de puntillas por el resto de bancos. Al menos no hasta que abrió Wall Street. Por ejemplo, las entidades francesas llegaron a registrar caídas de hasta el 5 por ciento, aunque luego consiguieron acabar in extremis en positivo. Así, las acciones de Societé Générale, que marcaron mínimo intradía en los 21,24 euros, cerraron la sesión a 22,55 euros, lo que supuso una subida del 0,78 por ciento. Y eso a pesar de que la entidad francesa presentó ayer sus resultados trimestrales y que éstos fueron un 88,6 por ciento inferiores a los del trimestre anterior debido al mal comportamiento de su banca de inversión y a las provisiones por la deuda soberana griega. Similar evolución experimentaron los títulos de BNP Paribas, que pese a a llegar a caer un 2,80 por ciento despidieron la jornada con un alza del 2,78 por ciento.
Aguantan su 'rally' en 2012
No en vano, pese a los excesivos números rojos que se vieron ayer en algún momento de la sesión, el sector financiero europeo sigue disfrutando de un potente rally en el conjunto del año. Por ejemplo, el índice sectorial Stoxx 600 Banks acumula en 2012 una rentabilidad del 15 por ciento, pese a que ayer cayó un 10,8 por ciento, y valores como el austriaco KBC, National Bank of Greece o el alemán Commerzbank incluso superan en el año el 50 por ciento de rentabilidad. Quizá este buen comportamiento explique que, aunque el sector financiero siguie siendo el que menos gusta a los gestores de fondos, ahora sólo un 12 por ciento de ellos infrapondere al sector en sus carteras frente al 50 por ciento de enero, según la encuesta mensual de Bank of America-Merrill Lynch.