Bolsa, mercados y cotizaciones

El regreso de los bajistas provoca una pérdida de 5.000 millones a la banca

Suspenso. Los bancos españoles no fueron capaces ayer de sobrevivir en positivo al levantamiento de la prohibición de posiciones cortas sobre valores financieros españoles que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) notificó hace dos días con el mercado ya cerrado.

La presión de los bajistas y el impacto del nuevo aviso de Moody's llevaron a la banca española a desplomarse de media un 5 por ciento y al Ibex 35 a sufrir el efecto arrastre, que se materializó en caídas del 2,1 por ciento -el mayor descenso desde el pasado 5 de enero-, hasta los 8.558 puntos.

Muchos inversores estaban sedientos de posicionarse cortos en estos valores para aprovecharse de la caída de la acción y ganar la diferencia. Llevaban seis meses sin poder hacerlo y su pesimismo coincidió, además, con un nuevo golpe de Moody's y con la decisión del Gobierno de elevar desde los 50.000 hasta los 52.000 millones de euros las necesidades de capital que tiene el sector para sanearse (ver página 18). ¿Cuál fue el resultado de todo esto? El Ibex 35 es el único de los principales indicadores que sufre ya números rojos en 2012 y los bancos presentes en él, que representan más del 30 por ciento de la capitalización del índice, perdieron en una sóla sesión hasta 4.945 millones de euros en valor bursátil. Es decir, el 9,5 por ciento de las necesidades de capital previstas por el Ejecutivo.

Descontado, pero con efectos

El mercado parecía haber descontado ya la decisión de dar luz verde a este tipo de operaciones. Y es que después de que Francia y Bélgica levantaran el veto el pasado lunes todo apuntaba a que el regulador español seguiría sus pasos y retiraría la suspensión lo antes posible para volver a la normalidad. Y así fue, pero en este caso la reacción del mercado tras el mensaje de la CNMV compartió protagonismo con la rebaja de calificación de ocho Comunidades Autónomas y la revisión de los ratings de un centenar de entidades europeas -21 de ellas son españolas- que emprendió Moody's (ver página 17). El pesimismo fue tal que ni siquiera la subasta de bonos y obligaciones a tres y ocho años que realizó ayer el Tesoro Español alivió las caídas pronunciadas que sufría la banca española, que fueron especialmente altas en el caso de Bankia, CaixaBank, Popular y Sabadell al ser los más bajistas incluso del Stoxx bancario.

Castigo para la banca mediana

Los bancos españoles de mediana capitalización y más dependientes del negocio nacional fueron los que peor lo pasaron. El riesgo país y la cuestionable percepción de la economía española en el exterior hicieron que el primer día en que se retomaban las posiciones cortas en los financieros fuera muy doloroso para el sector. El que se llevó la peor parte fue Bankia que cerró con el mayor descenso desde que comenzó a cotizar en el mes de julio.

La entidad presidida por Rodrigo Rato saldó la sesión con una caída del 7,28 por ciento, aunque llegó a desplomarse hasta un 9,8 por ciento, con lo que acumula descensos de más del 12 por ciento esta semana. Bankia es una de las entidades que más recelos suscita entre los inversores por el importante peso que tiene el ladrillo en sus cuentas y por las elevadas dotaciones que tiene que destinar a provisiones teniendo en cuenta su tamaño en bolsa. En estos momentos cotiza sobre los 3 euros por título (debutó a 3,75 euros por acción), pero todavía hay casas de análisis que valoran a la entidad por debajo de este precio. Nmas 1, por ejemplo, sitúa el valor teórico de Bankia en los 1,8 euros.

Popular, que marcó mínimos anuales, y Sabadell fueron otros de los que más sufrieron. Los descensos de alrededor del 6 por ciento que experimentaron sus títulos fueron los más pronunciados desde agosto en el caso de Popular y desde febrero de 2010 en Sabadell. CaixaBank tampoco se libró de las pérdidas y bajó un 6,22 por ciento.

Santander, BBVA y Bankinter consiguieron saldar la inestable jornada con caídas del 2,5 por ciento en el caso del banco presidido por Botín y en los otros del 4 y el 3,3 por ciento, respectivamente. Los dos primeros están obligados por la reforma financiera a provisionar en conjunto alrededor de 10.000 millones de euros, pero una vez más se vieron beneficiados de la diversificación geográfica de sus negocios y de la gran presencia que tienen en economías emergentes donde aún se esperan crecimientos notables en sus economías. El caso de Bankinter es diferente porque, aunque tiene una mayor dependencia de la coyuntura española, sus provisiones no alcanzan los 200 millones.

Europa escapó mejor

Estados Unidos volvió a servir de cortafuegos. Las caídas que sufrieron a lo largo de la jornada las grandes bolsas europeas por el toque de atención de Moody's a la banca y la repetida incertidumbre sobre Grecia fueron perdiendo fuerza al cierre de la sesión. Los descensos no alcanzaron el 1 por ciento en ninguno de los principales indicadores del Viejo Continente, ya que tras el español Ibex 35 fueron el portugués PSI 20 y el italiano Ftse Mib los que acapararon las mayores penalizaciones al ceder un 0,9 y un 0,8 por ciento.

¿Cuál puede ser el futuro de la banca europea ahora que vuelve a estar la opción, salvo en Italia, de posicionarse a corto? "Las manos fuertes pueden aprovechar la subida del sector para tomar fuertes posiciones bajistas y hacer cambiar la tendencia de los bancos en particular y de las bolsas en general. Pero si son los pequeños los que están tomando posiciones bajistas en los bancos estaría de moda ponerse bajista en bancos, e incluso es razonable dejarse llevar por el miedo y vender todos los bancos que se tengan en cartera", explica Miguel Ángel Paz, analista de Unicorp.

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