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... pero el saldo de las hipotecas cerró 2011 con una desplome del 6%

Es el gran objetivo, no sólo de Mario Draghi, presidente del BCE, sino también del Gobierno español: conseguir que el crédito fluya de nuevo desde los bancos a los hogares y empresas.

Sin embargo, lo cierto es que, de momento, ese crédito no sólo está estancando sino que decae a marchas forzadas. Al menos el inmobiliario. Según los datos de la Asociación Hipotecaria Española (AHE), el saldo vivo hipotecario o lo que es lo mismo el dinero que hay en hipotecas se habría reducido, según sus estimaciones, en un 6 por ciento ya que con datos al cierre de noviembre la cantidad total sobrepasó por poco el billón de euros (fue de 1,002 billones).

Y todo indica que gran parte de esa caída obedece a la fuerte contracción que ha experimentado la concesión de nuevos créditos inmobiliarios. "El descenso de la inversión inmobiliaria en 2011 ha ocasionado una fuerte disminución de la nueva contratación hipotecaria a lo largo del año", destaca la AHE. De hecho, pronostican que el total de crédito nuevo en 2011 se quede en tan sólo 90.000 millones de euros y de cumplirse su previsión, esta cifra supondría una caída con respecto a 2010 de cerca del 30 por ciento. Retroceso que se prologará también en 2012 que, en palabras de la asociación, será "un año difícil con tendencias similares a las observadas en 2011".

Este año no será mucho mejor

La Asociación Hipotecaria no es la única que considera que este 2012 también será un año complicado en lo que a crédito hipotecario se refiere. Expertos consultados por Europa Press también defienden esta posibilidad. Tanto que pronostican que este año el crédito nuevo para vivienda se contraerá hasta en un 20 por ciento ya que como explica Juan Fernández Aceytuno, director general de la Sociedad de Tasación, "con la reestructuración bancaria va a ser muy difícil prestar por las mayores necesidades de capital". Además muchos apuntan a que los pocos créditos que se concedan se harán sobre aquellas viviendas que los bancos quieran quitarse de su balance. Lo que lleva a algunos como José Parra-Moreno, director del Grupo MAIN, a augurar para 2012 una caída "salvaje del crédito inmobiliario".

Pero, ¿qué pasará con aquel que no versa sobre una vivienda? De momento, no se espera que acabe el año con una cifra mucho mejor que su primo el hipotecario. Incluso el propio ministro de Economía cifró la caída del crédito registrada en España en torno al 10 por ciento. Esa contracción del crédito "hacía ineludible actuar" a través de la reforma del sector financiero, dijo De Guindos en su primera comparecencia ante la Comisión de Economía del Congreso de los Diputados. Sin embargo, la Autoridad Bancaria Europea (EBA) cree que en el futuro el impacto de la reestructuración financiera en la reducción de los préstamos a la economía real será inferior al 1 por ciento del importe total.

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