
El pasado 23 de enero comenzó el nuevo año chino, que según el horóscopo de esta cultura corresponde al año del dragón. Un animal que asocian con la buena suerte y el cambio con lo que este año supuestamente acarrearía nuevas oportunidades para la prosperidad a la segunda mayor economía del mundo.
Pero no todos piensan lo mismo, así lo ha manifestado este lunes el Fondo Monetario Internacional (FMI) quien ha vuelto a poner en solfa la amenaza que supone para el gigante asiático que se recrudezca la crisis Europea. En concreto, el pasado mes de enero por este mismo motivo rebajó la previsión de crecimiento de China para 2012 del 9 al 8,2%, pero este lunes el organismo ha ido más allá y en su escenario más negativo sobre el devenir de la economía de este país estima que la velocidad de su crecimiento económico podría descender en cuatro puntos porcentuales hasta el 4,2%. "En el desafortunado evento de que tal escenario se vuelva realidad, China debería responder con un plan fiscal significativo, ejecutado a través de los presupuestos del Gobierno central y de los gobiernos locales", afirmaron, fuentes de ese organismo.
Este escenario, de 'hard landing' o aterrizaje forzoso no deja de ser más que una posibilidad, sin embargo, el riesgo potencial de que pueda darse ha tenido su eco en los mercados de renta variable de China, así lo pone de manifiesto los principales selectivos de este país, el CSI 300 y el Hang Shen quienes el pasado 2011 experimentaron un retroceso del 25,01% y el 19,97%, respectivamente. Sus mayores caídas anuales desde el 2008, si bien esta jornada reaccionaron estoicamente ante este comunicado con un leve descenso del 0,07% y el 0,23%, en cada caso.