Bolsa, mercados y cotizaciones

El plan de rescate de las 'monoline' no resuelve todos los problemas

No se puede negar que este mercado enloquecido de 2008 necesita muy poco para venirse arriba. El viernes, el Dow Jones abandonó unas pérdidas importantes gracias a un fortísimo tirón de última hora que permitió cerrar con grandes ganancias. Y detrás de este tirón estuvo una información sobre un 'posible' plan de rescate de la aseguradora de bonos Ambac. Un plan que se ha detallado durante el fin de semana y que está valorado en unos 3.000 millones de dólares.

Los optimistas profesionales no han perdido ni un minuto en anunciar el fin de las tribulaciones del mercado y el inicio de una vez de la recuperación hacia máximos históricos. Por ejemplo, Peter Cardillo de Avalon Partners explica que la crisis de los 'monolines' era la mayor amenaza que se cernía sobre el mercado, pues amenazaba con provocar una catástrofe peor que la de las hipotecas 'subprime'. Si con el rescate de Ambac desaparece este peligro, el mercado empezará a recoger elementos positivos como las fuertes rebajas de tipos, en vez de descontar un escenario apocalíptico.

Estas aseguradoras prestaban su rating de triple A (el más solvente) a emisiones de bonos que no podían alcanzar esa calificación, con lo que podían rebajar el tipo de interés que pagaban. A cambio, los emisores pagaban una prima a la aseguradora. Si estas 'monolines' pierden el nivel de triple A, los bonos asegurados por ellas se hundirán y provocarán graves quebrantos a las carteras que los poseen, añadiendo mayores problemas a un sector financiero golpeado muy duramente por el desplome de los activos respaldados con hipotecas 'subprime'. Eliot Spitzer lo definió como "tsunami financiero". El plan para Ambac, respaldado por seis grandes bancos, pretende evitar esa rebaja de rating.

Ahora bien, a pesar del optimismo generalizado que ha despertado esta noticia, hay muchas dudas de que vaya a ser una especie de bálsamo de Fierabrás capaz de curar los muchos males que aquejan al mercado. Los diferenciales de crédito se siguen ensanchando y los inversores siguen preocupados por las posibles suspensiones de pagos en numerosos sectores. La liquidez sigue ausente de los préstamos y las bolsas no han hecho más que rebotar desde zona de soporte. Es más, hay que recordar que, en el último año, el mercado de crédito siempre ha marcado el camino al de acciones, lo cual hace preocupante la actual divergencia.

¿Un falso 'rally'?

"El problema básico de los mercados de crédito todavía existe. Lo que hay que preguntarse es si los gestores de bolsa alcistas lo han pillado", plantea al Wall Street Journal el analista James Bianco. Y desde que estalló la crisis no faltan precedentes de ‘rallies’ provocados por noticias puntuales que se han quedado en nada ante la falta de mejoría del escenario global. Y ahí es donde debemos fijarnos, como no, en la Fed. El próximo jueves tendremos comparecencia de Bernanke ante el Senado; una comparecencia 'a priori insulsa' -prácticamente una repetición de la del día 14-, pero que ahora cobra una importancia inusitada. Con las portadas de los periódicos inundadas de la palabra "estanflación", el presidente de la Fed tiene que lidiar con la subida de precios, el debilitamiento de la actividad y las tensiones en los mercados. Y los tres campos han empeorado en las últimas semanas, luego no está nada claro cuál será el próximo movimiento del banco central en la reunión de marzo, según Global Insight.

Así que, con todo este lío sin resolverse, no parece muy prudente dejarse llevar por la euforia tras una buena noticia individual, por muy importante que ésta sea. Puede que estemos en una nueva trampa para toros.

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