Existe una pauta estadística que demuestra que el primer día de mes resulta favorable a las bolsas, pero este 1 de febrero también resultó muy propicio para retirar tensión de la deuda periférica.
Ayer, el bono español a diez años se convirtió en el protagonista de pleno derecho de la jornada, pues su rentabilidad -que cae cuando aumenta el precio- retrocedió hasta el 4,85 por ciento. Se trata de un rendimiento inédito para la deuda soberana española desde el 22 de noviembre de 2010, es decir, desde que Irlanda pidió ser rescatada. Este descenso llega en un momento más que propicio, pues el Tesoro pretende colocar entre 3.500 y 4.500 millones en bonos con vencimiento a 2015, 2016 y 2017.
El bono italiano a diez años también recortó posiciones al caer su rendimiento hasta el 5,68 por ciento, su nivel más bajo desde el pasado 17 de octubre de 2011. Las caídas de ambos títulos, acompañadas por un ligero repunte en la rentabilidad del bund alemán (que ofreció el 1,852 por ciento), se reflejaron en una ostensible relajación de las primas de riesgo española y transalpina. El indicador de riesgo que mide el nivel de exigencia del inversor al bono español con respecto a su homólogo germano cayó por debajo de la barrera psicológica de los 300 puntos básicos, algo que no pasaba desde el 12 de octubre; en concreto se moderó hasta los 299 puntos. Por su parte, el diferencial transalpino retrocedió hasta 382 puntos, cayendo por primera vez desde el pasado 7 de diciembre por debajo de la cota de los 400.
Respiro portugués
También influyeron positivamente los resultados de la subasta de letras a tres y seis meses que celebró ayer el Tesoro luso. En un momento muy delicado para Portugal, sobre el que se cierne la amenaza de un segundo rescate, la subasta se saldó cumpliendo el objetivo previsto de 1.500 millones de euros con un tipo de interés inferior al de la anterior colocación. Así, el termómetro de riesgo portugués cayó desde los 1.461 puntos hasta los 1.336 puntos básicos.
Siguiendo el rebufo de la deuda pública, las plazas europeas también estuvieron de celebraciones. El caldo de cultivo para cocinar las sólidas subidas de las bolsas se gestó el martes, después de que el ministro de finanzas griego, Evangelos Venizelos, declarara con los mercados cerrados que el acuerdo con los acreedores privados puede llegar esta misma semana, algo con lo que se especula desde hace días. A este factor se añadió el positivo dato manufacturero de China, que evitó la contracción que esperaban los analistas. Tales circunstancias dieron ayer la bienvenida a las bolsas europeas, que repuntaron con alzas en torno al 2 por ciento apoyadas en las referencias macro a ambos lados del charco.
El más alcista fue el índice italiano, Ftse Mib, que registró su máxima subida del año apoyado en la banca después de que el Banco de Italia aflojase los criterios para que sus entidades lleguen a los estándares de capitalización que exige la Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés). Precisamente, las entidades financieras también tiraron del carro en el Ibex 35 que, después de protagonizar su segunda mayor subida del año al subir un 2,2 por ciento hasta los 8.696 puntos, pasó a terreno positivo en 2012. Con ocho valores en máximos (ver gráfico), el que más brilló fue ArcelorMittal, que registró un alza del 4,62 por ciento. "El dato en China, mejor de lo estimado por los expertos, provocó que las compañías industriales repuntaran, ya que China es uno de los principales consumidores de acero", aclara Covadonga Fernández, de Self Bank.
Pero no fue el único dato en el que se apoyaron las bolsas. En Europa, "el dato de actividad manufacturera (PMI) fue el mejor de los últimos cinco meses" comenta Daniel Pingarrón, de IG Markets. Al otro lado del Atlántico también se desvelaron el ISM manufacturero y el dato de creación de empleo. "Hay una lectura positiva y otra negativa. La positiva es el dato manufacturero, ya que se expande a su mayor ritmo de los últimos siete meses. La lectura negativa viene del componente del empleo", asegura Nuria Álvarez, de Renta 4, ya que según la encuesta de la ADP, EEUU sólo generó 170.000 puestos de trabajo en enero.
Además, "los resultados están siendo buenos y la volatilidad está cayendo, aunque sin salirse los índices del rango; ahora hay que fijarse en la resistencia del Ibex en los 8.800 puntos y en la del SP500, que consideramos más importante, en los 1.330 puntos", afirma Félix Gómez, de Capitalia Familiar. "El mercado está barato y puede romper al alza, aunque el problema es que todavía existe mucha incertidumbre en Europa", enfatiza.